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Ciencia ficción. Thriller. Acción
Tras la llegada de una enorme nave espacial a Johannesburgo (Sudáfrica), los alienígenas fueron encerrados en campos de concentración en calidad de refugiados. Unos veinte años antes, cuando los extraterrestres entraron en contacto con nuestro planeta, los hombres esperaban un ataque hostil, o un gran avance tecnológico. Pero nada de ello sucedió. (FILMAFFINITY)
30 de octubre de 2009
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Existe, desde hace ya bastante tiempo, un debate sobre la capacidad de renovación del cine. Muchos tienen la sensación de que está estancado y que no hay nuevas ideas. Otros, entre los que yo me incluyo, opinamos que lo que está algo estancada es la capacidad de crear historias que usen los recursos de los que se disponen hoy en día, y no al revés. Y es que es muy habitual, desde que el ordenador ha conseguido mostrar en pantalla cualquier cosa, el abuso de esta tecnología para hacer filmes visualmente atractivos, pero que ven relegado al segundo plano el uso del guión y la trama, perdiendo parte del encanto que poseían las películas más antiguas que tenían que limitarse a esbozar en todo caso, y que no necesitaban estos artificios para crear auténticas obras de arte. Aún así, todos los años se producen un buen puñado de películas de gran calidad, el problema es que el público en general se mueve hacia el cine que precisamente critica. Y en ese tipo de cine más popular nos encontramos a Distrito 9.
El principio del filme es francamente desconcertante y descorazonador. Una serie de escenas se suceden, mostrando una realización de estilo documental. En ella esbozan las explicaciones de la llegada de los extraterrestres a la Tierra, el desconcierto inicial y la solución que se adopta para acoger a los visitantes. Todos estos detalles son contados de forma bastante inconexa por una serie de individuos que son entrevistados por el reportero, con bastante poca fortuna. El aburrimiento y el tedio son altos, y muchas veces dan ganas de coger al cámara y darle un curso acelerado de rodaje, o al menos ejecutarle para que deje de sufrir. Por suerte no todo el metraje está rodado de esta forma.
El principio del filme es francamente desconcertante y descorazonador. Una serie de escenas se suceden, mostrando una realización de estilo documental. En ella esbozan las explicaciones de la llegada de los extraterrestres a la Tierra, el desconcierto inicial y la solución que se adopta para acoger a los visitantes. Todos estos detalles son contados de forma bastante inconexa por una serie de individuos que son entrevistados por el reportero, con bastante poca fortuna. El aburrimiento y el tedio son altos, y muchas veces dan ganas de coger al cámara y darle un curso acelerado de rodaje, o al menos ejecutarle para que deje de sufrir. Por suerte no todo el metraje está rodado de esta forma.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El problema es que, una vez acabada esta parte nos encontramos ante la típica producción donde, los humanos son muy malos y crueles, los alienígenas muy buenos e incomprendidos, y un humano se encuentra en medio de todo este jaleo y para acabar comprendiendo la motivación de los pobrecillos seres de otro planeta. La supuesta innovación no es argumental, pero tampoco los es el uso y el abuso de los efectos especiales. Muchas veces da la sensación de que parte de los minutos están ahí para mostrar lo interesantes y espectaculares que son las armas alienígenas, su tecnología, y lo bien realizados que están los bichos. De hecho, todos los méritos del filme se basan en la gran calidad de los efectos especiales, el poco presupuesto gastado en estos, y el uso de actores no consagrados. Algo muy pobre para aspirar a ser una auténtica innovación en el género.
Como ya viene siendo habitual en las producciones cinematográficas y televisivas que se precien últimamente, una serie de páginas webs, videos de youtube y mensajes escondidos han sido usados para crear una especie de complicidad con el espectador, y para que siga pensando en la película, antes, durante y después de verla. Sin embargo estas características no dejan de ser anecdóticas y no esconden los grandes problemas que tiene esta.
Habrá segunda parte, seguro. Y recaudará mucho dinero. Pero los grandes males del cine comercial actual persisten, y no será está película la recordada por dar un golpe de timón hacia otra dirección.
Como ya viene siendo habitual en las producciones cinematográficas y televisivas que se precien últimamente, una serie de páginas webs, videos de youtube y mensajes escondidos han sido usados para crear una especie de complicidad con el espectador, y para que siga pensando en la película, antes, durante y después de verla. Sin embargo estas características no dejan de ser anecdóticas y no esconden los grandes problemas que tiene esta.
Habrá segunda parte, seguro. Y recaudará mucho dinero. Pero los grandes males del cine comercial actual persisten, y no será está película la recordada por dar un golpe de timón hacia otra dirección.