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Voto de dennel:
5
8.0
137,915
Intriga. Drama
Cuando Jimmy Markum (Sean Penn), Dave Boyle (Tim Robbins) y Sean Devine (Kevin Bacon) eran unos niños que crecían juntos en un peligroso barrio obrero de Boston, pasaban los días jugando al hockey en la calle. Pero, un día, a Dave le ocurrió algo que marcó para siempre su vida y la de sus amigos. Veinticinco años más tarde, otra tragedia los vuelve a unir: el asesinato de Katie (Emmy Rossum), la hija de 19 años de Jimmy. A Sean, que es ... [+]
2 de noviembre de 2009
212 de 343 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un 8,5 a la dirección y a la interpretación de Marcia, un 7 al resto y un 2 al truñísimo guión. Como pelotear más a esta película debe ser imposible, vamos al turrón:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
“Hola, soy el escritor de Mystic River, tal vez me conozcan de otras películas, como ‘Casualidad mortal’, ‘Casualmente casual’ y ‘Las casualidades molan más”.
Algo así sería la presentación del perpetrador del guión en boca de Troy McLure.
Resumiendo para no aburrir: JUSTO CUANDO matan a la chica el tio Robbins se encuentra con lo que se encuentra y hace lo que hace, JUSTO CUANDO los policías se dan cuenta de quien es el asesino está Penn matando a Robbins, JUSTO CUANDO van a disparar al novio de la muerta aparecen los policías. Y, por supuesto, JUSTO Robbins es el que se encuentra JUSTO lo que se encuentra.
Pues hombre, a mí 5 JUSTOs me parece mucha tela para llenar las críticas de nueves y dieces.
Y no he acabado, porque también en esos 15 minutos se marca un homenaje a lo peor de “se ha escrito un crimen” nada más y nada menos que en la figura del asesino. Resulta que es un chico que ha pasado por allí de tapadillo 2 veces hasta que se destapa el pastel, se le coloca un móvil con pinzas (¡si no lo conocemos ni mucho ni poco!) en 3 frases y hasta otra que me están esperando. Que no digo que esté mal, pero sin conocerle es un dogma de fe como una casa.
Lo mismito para el speech de la mujer de Penn, otra que no pinta nada y que de repente quieren hacernos ver que pinta mucho. Además que es redundante después de ver lo que se ha visto.
Es que no cuadra ir de psicólogo de personajes y obviar convenientemente a algunos para dar sorpresitas de abuelo.
El recopetín es la vuelta de la mujer de Bacon, esto ya sin palabras, va más allá de la gratuidad y lo intempestivo. Por si fuera poco, JUSTO pasa al final y consigue que lo del asesino parezca tan largo como el Quijote.
Joder, es que un trabajo tan bueno durante 1 hora y 45 minutos no puede destrozarse de semejante manera. Pero ya se sabe, si haces un procedimental, por muy buenas que sean las cosas que le añadas (los consabidos niveles de lectura, matices, mensajes o como queráis llamarlo), no puedes cagarla en el procedimental o se cae todo el castillo.
Y es que hacer un buen thriller o policiaco no es nada fácil, pero estamos tan rodeados de morralla escondida bajo esa etiqueta (sumad pelis, libros y series, ya vereis qué avalancha) que llega un momento en que se pierde el norte y ya ni miramos el primer nivel a ver si cumple.
Si algún día me encuentro con Clint le contaré el chiste del perro que se llamaba Mis Tetas. Se va a partir, sin duda.
Algo así sería la presentación del perpetrador del guión en boca de Troy McLure.
Resumiendo para no aburrir: JUSTO CUANDO matan a la chica el tio Robbins se encuentra con lo que se encuentra y hace lo que hace, JUSTO CUANDO los policías se dan cuenta de quien es el asesino está Penn matando a Robbins, JUSTO CUANDO van a disparar al novio de la muerta aparecen los policías. Y, por supuesto, JUSTO Robbins es el que se encuentra JUSTO lo que se encuentra.
Pues hombre, a mí 5 JUSTOs me parece mucha tela para llenar las críticas de nueves y dieces.
Y no he acabado, porque también en esos 15 minutos se marca un homenaje a lo peor de “se ha escrito un crimen” nada más y nada menos que en la figura del asesino. Resulta que es un chico que ha pasado por allí de tapadillo 2 veces hasta que se destapa el pastel, se le coloca un móvil con pinzas (¡si no lo conocemos ni mucho ni poco!) en 3 frases y hasta otra que me están esperando. Que no digo que esté mal, pero sin conocerle es un dogma de fe como una casa.
Lo mismito para el speech de la mujer de Penn, otra que no pinta nada y que de repente quieren hacernos ver que pinta mucho. Además que es redundante después de ver lo que se ha visto.
Es que no cuadra ir de psicólogo de personajes y obviar convenientemente a algunos para dar sorpresitas de abuelo.
El recopetín es la vuelta de la mujer de Bacon, esto ya sin palabras, va más allá de la gratuidad y lo intempestivo. Por si fuera poco, JUSTO pasa al final y consigue que lo del asesino parezca tan largo como el Quijote.
Joder, es que un trabajo tan bueno durante 1 hora y 45 minutos no puede destrozarse de semejante manera. Pero ya se sabe, si haces un procedimental, por muy buenas que sean las cosas que le añadas (los consabidos niveles de lectura, matices, mensajes o como queráis llamarlo), no puedes cagarla en el procedimental o se cae todo el castillo.
Y es que hacer un buen thriller o policiaco no es nada fácil, pero estamos tan rodeados de morralla escondida bajo esa etiqueta (sumad pelis, libros y series, ya vereis qué avalancha) que llega un momento en que se pierde el norte y ya ni miramos el primer nivel a ver si cumple.
Si algún día me encuentro con Clint le contaré el chiste del perro que se llamaba Mis Tetas. Se va a partir, sin duda.