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Voto de Boo Radley:
4
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4,117
Drama
Eva (Itsaso Arana) es una chica de treinta y tres años que hace de su decisión de quedarse en agosto en Madrid un acto de fe. Necesita sentir las cosas de otra manera y piensa en el verano como un tiempo de oportunidades. En esos días de fiesta y verbenas se van sucediendo encuentros y azares, y Eva descubrirá que todavía tiene tiempo, que todavía puede darse una oportunidad. (FILMAFFINITY)
31 de agosto de 2019
78 de 110 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay un dicho popular que dice que "Benditos los que me imiten porque ellos heredarán mis defectos" que creo que en buena medida se le puede aplicar a "La virgen de agosto", de clara influencia rohmeriana y, más en concreto, influenciada, me parece, por una película como "El rayo verde", la cual trataba una temática similar, con una chica que también se quedaba durante el verano en una ciudad del interior, en este caso en un París semivacío, debido a las vacaciones estivales de las que disfrutaban sus vecinos.
Pero el cine aparentemente sencillo y con diálogos inteligentes, a veces (todo hay que reconocerlo) excesivamente intelectuales, del cineasta francés, se convierte aquí, para mi gusto, en un cine simplón y con diálogos unas veces seudointelectuales, otras llenos de un exagerado buenrollismo (he perdido la cuenta de las veces que se emplean las palabras "guay" y "genial". Algo que será un rasgo generacional, supongo) y algunos que directamente parecen diálogos de besugos. Por no señalar algunas escenas francamente intrascendentes que cuadrarían más en una serie de televisión de andar por casa que en una película de estas características.
Por último, y es una impresión mía, tengo la sensación de que "La virgen de agosto" funcionaría mejor como comedia que como drama. Lo justifico en el spoiler.
Pero el cine aparentemente sencillo y con diálogos inteligentes, a veces (todo hay que reconocerlo) excesivamente intelectuales, del cineasta francés, se convierte aquí, para mi gusto, en un cine simplón y con diálogos unas veces seudointelectuales, otras llenos de un exagerado buenrollismo (he perdido la cuenta de las veces que se emplean las palabras "guay" y "genial". Algo que será un rasgo generacional, supongo) y algunos que directamente parecen diálogos de besugos. Por no señalar algunas escenas francamente intrascendentes que cuadrarían más en una serie de televisión de andar por casa que en una película de estas características.
Por último, y es una impresión mía, tengo la sensación de que "La virgen de agosto" funcionaría mejor como comedia que como drama. Lo justifico en el spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La galería de personajes con los que se encuentra la protagonista en su búsqueda existencial (o, mejor dicho, en su búsqueda de un papá para su hijo) daban para una comedia:
-En primer lugar el casero que, antes de darle las llaves a la protagonista, le da un curso acelerado de conocimientos de filosofía y cine.
-Continuamos con los ingleses (o mejor, el inglés y el galés), que de salida parecen dos ligones del tres al cuarto, pero que de repente arrancan con canciones de la brigada internacional y dejan prendadas a la protagonista y a su amiga. Por cierto, desaparecen después de una tarde de buen rollo en el río y si te he visto no me acuerdo.
-El exnovio (¿el papá de la criatura, quizás?) con el que coincide en una sesión de cine a las cuatro y media de la tarde (ya hay que ser cinéfilo para ir a esa hora en pleno agosto al cine en Madrid) y le comenta que él y el amigote ya venían con la historia de a ver si se la encontraban allí, a pesar de hacer más de tres meses que no se veían.
-Las del Reiki: el numerito de los soplidos y las charlas seudotrascendentes posteriores serían una cumbre de la comedia en manos de Billy Wilder.
-Y para terminar, uno de Huesca que estaba tan tranquilo una noche fumándose un cigarro y viendo las aguas del río pasar y en el que la protagonista descubrirá a su alma gemela (o a su víctima propiciatoria, ¡quién sabe!).
-En primer lugar el casero que, antes de darle las llaves a la protagonista, le da un curso acelerado de conocimientos de filosofía y cine.
-Continuamos con los ingleses (o mejor, el inglés y el galés), que de salida parecen dos ligones del tres al cuarto, pero que de repente arrancan con canciones de la brigada internacional y dejan prendadas a la protagonista y a su amiga. Por cierto, desaparecen después de una tarde de buen rollo en el río y si te he visto no me acuerdo.
-El exnovio (¿el papá de la criatura, quizás?) con el que coincide en una sesión de cine a las cuatro y media de la tarde (ya hay que ser cinéfilo para ir a esa hora en pleno agosto al cine en Madrid) y le comenta que él y el amigote ya venían con la historia de a ver si se la encontraban allí, a pesar de hacer más de tres meses que no se veían.
-Las del Reiki: el numerito de los soplidos y las charlas seudotrascendentes posteriores serían una cumbre de la comedia en manos de Billy Wilder.
-Y para terminar, uno de Huesca que estaba tan tranquilo una noche fumándose un cigarro y viendo las aguas del río pasar y en el que la protagonista descubrirá a su alma gemela (o a su víctima propiciatoria, ¡quién sabe!).