Empezamos con un inicio bastante eficiente, nos mete de lleno al momento del exorcismo de un niño, acompañados con la atmósfera tétrica que caracteriza a sus antecesoras, y a través de planos que entregan referencias al buen cine estadounidense de terror clásico del siglo anterior. Luego toma un rumbo inesperado al drama sobrenatural e investigación judicial, tocando temas interesantes pero lamentablemente poco profundizados, se queda siempre en la superficialidad, el metraje vive gracias a su dúo protágonico que consiguen nuevamente que el espectador empatice con ellos, aunque yo los odio. Básicamente la película es una más del cine de terror actual, seguro entretenida de ver con la familia un domingo, y bueno...
spoiler:
¡saber que el poder del amor vence cualquier maldición!