Un muchacho tímido (huérfano de madre y cuyo padre está siempre ausente) es la esperanza de la humanidad para luchar contra un misterioso enemigo, que ataca de forma incesante la ciudad fortificada en la que viven. Para ello contará con la ayuda de sus amigos y tendrá que aprender a trabajar en equipo. Pero las cosas no son lo que parecen y las intrigas internas pueden suponer un peligro mayor que sus colosales adversarios.

Pues resulta que esa también podría ser la descripción de Neon Genesis Evangelion, que precede a Attack on Titan por unos 20 años.