Haz click aquí para copiar la URL
Voto de carlos bosch benitez:
2
Romance. Comedia Nathalie (Audrey Tautou) pierde en un accidente al hombre del que está perdidamente enamorada. Después de una etapa de duelo, no puede creerse que el amor llame de nuevo a su puerta de la mano de Markus, un compañero de trabajo que nunca ha tenido éxito con las mujeres, pero que rebosa bondad y ternura. Un hombre que para ella supone la vuelta a la vida. (FILMAFFINITY)
17 de julio de 2012
13 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Chica especializada en hacer monerías con la boca conoce a un chico en un bar. Amor eterno a primera vista. Por desgracias el chico muere al poco y ella se consume de dolor. Pasa el mal trago entregada a su trabajo de alta ejecutiva en una compañía creo que sueca (ahí di una cabezada). Su jefe le tira los tejos, pero ella pasa olímpicamente. Y... de repente...¡zas!: surge de nuevo el amor cuando menos se lo espera. La víctima es en esta ocasión un chico sueco, que además es un subordinado suyo. El chico no es precisamente guapo, pero sí muy tierno y sensible. De modo que finalmente ella, después de marear la perdiz y también al espectador un buen rato, termina cediendo a sus encantos de osito de peluche más bien grandote.
Al terminar la proyección no pude evitar preguntarme una vez más si a los franceses les sale a cuenta gastar tanto dinero en un cine tan mediocre (el nuestro es igual de penoso, pero al menos nos cuesta cuatro duros).
De esta película me molestó casi todo. Empezando por la falsa naturalidad de la interpretación. Algo que me recuerda vagamente a Isabel Coixet, una de mis fobias más incurables. También me carga el ternurismo facilón, que llega al paroxismo cuando alguien (creo que fue la chica) se pone a cantar su amor o algo de eso con voz gatuna. Y por último, me revienta el chauvinismo pueblerino evidente en algunas escenas, que más bien parecen postales turísticas destinadas a promocionar las bellezas de Francia, abuelita con moño y ojos rebosantes de amor incondicional incluída.
Tampoco podía faltar la consabida cena entre amigos con vino de Burdeos y charla sobre Chagall (esto me lo invento), que parece ser el equivalente francés de las carreras de coches americanas.
Pues qué bien...
carlos bosch benitez
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow