El título rememora al "Falso culpable" de Hitchcock y no debe de ser casualidad, como tampoco el paralelismo con su "Ventana indiscreta". La trama adquiere notoriedad por la simple presencia de una madura y arrolladora Isabelle Huppert. Las imprevistas consecuencias de una decisión ingenua e inoportuna hacen el resto. El film se sigue con agrado. La intriga no decae y la acción está bien llevada.