Después de haber visto esta asombrosa película aun no se si “La gran familia española” es una gran película o solo una película mas llena de demasiadas trampas y altibajos como para considerarla ni tan solo buena. Por momentos parece una obra maestra y en otros momentos parece la copia de una copia. ¿Qué sucede? Vayamos por partes: cuando las trampas funcionan y los altibajos no molestan, entonces es cuando consigues engañar y hacer creer a los demás que eres un maestro.¿Es una película buena porque tiene grandes valores cinematográficos o simplemente buena porque nos gusta? Quizás sea la combinación de ambas, aunque me decanto más por lo segundo. “La gran familia española” es una buena película que tiene momentos magníficos, es entretenida y está fantásticamente bien rodada. Pero es que además, aunque el guión tiene agujeros del tamaño del universo, la historia es coherente (e incluso hermosa), la construcción de personjes es prodigiosa (marca de la casa de Sánchez Arevalo) y los dialogos son rabiosamente modernos. Los actores están todos maravillosos y la realización es un prodigio del buen gusto y el buen rollismo. Y es que hasta cuando Sánchez Arevalo quiere ir de Wes Anderson y se le ve el plumero (como en la escena de la playa), la formula sigue funcionando. “La gran familia española” es una película recomendable, posiblemente no os revolcareis en el suelo con ataques risa pero tampoco os hará rasgaros las vestiduras de puro drama. Resulta prodigioso como está equilibrado el melodrama para no molestar a absolutamente nadie. Muchos podrán decir que es demasiado neutra o va a lo fácil, incluso que tiene trucos de película de modernillos con todas esas canciones y la forma en que esta rodada. Pues vale, pero ya he dicho que esta película, sin ser redonda, demuestra que Raul Sánchez Arévalo ha madurado y es capaz de regalarnos una de las mejores películas del año. Así si, esto es cine, buen cine, cine para ser disfrutado de la manera mas simple posible. Sin una palabra mas alta que otra, sin dramas exagerados, sin comedia histriónica. Un prodigio del buen gusto a la hora de narrar. Así si Raul Sánchez Arévalo. Así si.