Los años dos mil no pudieron iniciar de mejor forma para el director georgiano, en particular el año 2000 es para él sinónimo de éxito tanto de la crítica como del público, Soderbergh que ya había conquistado Cannes con una obra independiente, conquista ahora los Oscar acuerpado por una gran casa productora.

Erin Brockovich se estrenó en marzo de dicho año, sigue la historia de la mujer que le da el título al filme (Julia Roberts), sin mayores estudios, desempleada, soltera y con tres hijos. Por su fuerza de voluntad consigue un trabajo en un pequeño bufete de abogados, donde realiza labores menores, sin embargo, pronto da con un caso en particular que la llevará hacía algo muy grande.

Susannah Grant es la guionista de este largometraje, que sigue la historia real de Erin Brockovich en su lucha incansable por justicia. Un trabajo que logra que el espectador se identifique completamente por la labor de mujer, especialmente gracias a su carismática protagonista, y la labor sobresaliente de Roberts, que logra diversos registros emocionales a lo largo del metraje.

Soderbergh filma con rasgos característicos que por lo general no fallan, una receta infalible para los premios de la Academia, con una protagonista en un contexto que le es completamente ajeno, de clase social media-baja, que debe luchar ante la adversidad, basado en un personaje real que puede ser fuente de inspiración para quiénes vean el filme, aunque su caso sea únicamente una excepción a la realidad de miles de personas.

La lucha que mantiene Brockovich a lo largo del filme va en contra de empresas negligentes que por su poderío se creen intocables, que se mueven dentro de un sistema que únicamente busca sacar provecho económico sin importar la cuestión social. En el caso de este largometraje la compañía es PG&E, que contaminó las fuentes de agua de un pueblo, lo que afectó la salud de cientos de personas.

Sin duda Soderbergh filma una típica película familiar, no toma riesgos innecesarios en su narración, lo hace de forma correcta, donde Roberts se expone completamente, están los artificios inherentes a este tipo de películas, por ejemplo, con una resolución que de acuerdo con su tono no podía ser otra, para terminar con una gran exposición y éxito indispensable para esta época de su carrera.