¿Qué pasa cuando juntas a 2 de los mejores actores del momento -Audrey Hepburn y Cary Grant, que además son de mis favoritísimos de la época-, en una película de intriga con ciertos toques cómicos y románticos? Pues que, claramente, sale un muy buen producto, no hay otra.

Una película con bastante misterio, desde el primer hasta el último momento, con una pareja con una gran química, varios personajes secundarios interesantes, una trama con varios giros interesantes, e incluso algunas muertes, con cierto toque de humor negro.

Momentos divertidos, situaciones tensas, otras inesperadas, un Cary Grant que acaba volviéndote un poco loco y una Audrey tan encantadora como siempre, y que, pese a estar en peligro mortal, en todo momento continúa siguiendo el juego.
Una película digna de verse.