Una película de venganza con un trasfondo experimental y visualmente artístico, donde las escenas, lentas, con luces, colores y sonidos o música, siempre representando cosas tétricas, mantiene al espectador con cierto interés con respecto a lo que está viendo, mientras lo raya totalmente.

Casi parece que el director ha intentado darte la sensación de estar puesto de alguna droga potente mientras ves la película. Realmente no puedo decir si me ha gustado o lo he odiado, me ha parecido visualmente magnífico, pero al mismo tiempo estaba deseando que acabara cada infinita escena y la película avanzara.

Es una película llena de violencia y maldad, con bastantes muertes, algunas de ellas bastante logradas.
Es una de estas pocas películas que encuentras de vez en cuando que no sabes si te han gustado o no.