Eastwood sigue con su habitual tono crítico y ácrata. Me gusta. Una película con un buen mensaje. Se exalta la implicación personal en el trabajo (a veces quebrantando alguna norma burocrática) y la búsqueda de la justicia, incluso aunque pueda acarrearnos complicaciones en nuestro día a día. El papel protagonista es un exalcohólico y mujeriego, lo cual añade dramatismo a la historia. Igual se podría decir que es un elemento prescindible o incluso tramposo. No lo sé. Yo creo que va bien con la naturaleza rebelde del personaje. En otro orden de cosas, la manera de dirigir de Eastwood es siempre buscando el lado humano de las situaciones. Aquí quizás se sobreexcede en eso y hay algunas escenas que podrían haber estado más contenidas de sentimentalismo, pero bueno, no es nada que llegue a ser un problema. No me molesta demasiado. A la trama estructuralmente no le encuentro defectos. El personaje de la esposa del director solo aparece en una escena y da la impresión de que Eastwood podría incluso haber prescindido de su aparición, limitándose a hablar de ella sin más. Yo personalmente la habría explotado más, en una subtrama. Ya que vas a tratar el aspecto mujeriego del protagonista, al menos que no sea un mero ornamento, de otro modo tienes escenas así totalmente prescindibles.