Original y divertida, son los primeros adjetivos que me vienen a la cabeza después de ver las 3 temporadas.
Con un guión, casi siempre, muy bueno, un diseño de vestuario muy colorido y espectacular al igual que la fotografia y unos actores, casi todos, en estado de gracia, el éxito estaba asegurado.

Rachel Brosnahan es, para mí, todo un descubrimiento. Su gestualidad, su forma de hablar e incluso de moverse, son hipnóticas. Un personaje que parece simple pero con sus aristas y sus dramas.

Alez Borstein disfruta y brilla en un papel muy agradecido de puro absurdo.

La serie tiene altibajos, como casi todas, y la tercera temporada incluso se me hizo larga. Para mí es la temporada mas floja.
Me encanta escuchar los monólogos de la Sra Maisel, pero escuchar, casi completas, tantas canciones del artista Shy Baldwin, me cansa.

Hay situaciones muy divertidas y otras rocambolescas y sin sentido.
Los bailecitos en las clases de gimnasia mientras charlan como si tal cosa, son desternillantes.

Espectáculo disfrutable, inteligente y de calidad.