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Voto de WILLY74:
6
6.2
1,039
30 de julio de 2013
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine británico casi nunca decepciona. En esta propuesta, intenta imitar el éxito de " El exótico hotel Marigold " y " El cuarteto ". Siempre con unas películas amables, dirigidas a todos los públicos, con unos magníficos intérpretes, destacando Terence Stamp y Vanessa Redgrave.
Se nos plantea una película a priori dramática, con la presencia de una enfermedad, pero la película emplea un tono más alegre con un espíritu de superación ante las adversidades. Se alterna perfectamente ese tono dulce y amable con otro más seco, este último representado por el personaje de Terence Stamp.
De la película se pueden extraer muchas conclusiones, principalmente el personaje de Arthur que parece tan insensible y firme, llega un momento en que esa actitud no se puede mantener y se saca todo lo que tiene dentro.
El personaje de Elizabeth intenta hacer todo lo posible por alegrar la vida a esas personas mayores, cuya vida necesita unos estímulos como los de esa escuela de canto.
La película se desarrolla según lo esperado, no hay ninguna sorpresa, pero merece la pena por las magníficas interpretaciones de Terence Stamp y Vanessa Redgrave. Las voces de los diferentes intérpretes, de ese grupo de canto, siempre son ellos los que cantan y tiene mucho mérito que lo hagan tan bien cuando no son cantantes.
Se nos plantea una película a priori dramática, con la presencia de una enfermedad, pero la película emplea un tono más alegre con un espíritu de superación ante las adversidades. Se alterna perfectamente ese tono dulce y amable con otro más seco, este último representado por el personaje de Terence Stamp.
De la película se pueden extraer muchas conclusiones, principalmente el personaje de Arthur que parece tan insensible y firme, llega un momento en que esa actitud no se puede mantener y se saca todo lo que tiene dentro.
El personaje de Elizabeth intenta hacer todo lo posible por alegrar la vida a esas personas mayores, cuya vida necesita unos estímulos como los de esa escuela de canto.
La película se desarrolla según lo esperado, no hay ninguna sorpresa, pero merece la pena por las magníficas interpretaciones de Terence Stamp y Vanessa Redgrave. Las voces de los diferentes intérpretes, de ese grupo de canto, siempre son ellos los que cantan y tiene mucho mérito que lo hagan tan bien cuando no son cantantes.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La capacidad de superación de Marion, siempre mirando todo con optimismo y alegría contrasta con el pesimismo y rudeza de Arthur. Pese a eso llevan muchos años casados, tienen gustos diferentes, pero se mantienen juntos. Cuando Marion recibe la noticia de su enfermedad, teniendo pocos meses de vida, sigue con esas ganas de vivir y disfrutar el tiempo que la queda.
Junto al apoyo de Elizabeth y sus compañeros de canto, fija su objetivo en cantar en ea fiesta de la academia. Como voluntaria, la joven hace todo con mucho entusiasmo, se nota que la gusta lo que hace, pero sin ser psicóloga intenta ayudar a Arthur, que aunque parece más duro necesita más apoyo que Marion.
La relación entre Arthur y su hijo no es buena, incluso se ve agravada después de la muerte de Marion. El carácter del padre es muy complicado, muy tozudo y no quiere dar su brazo a torcer. Gracias a Elizabeth su vida da un giro, se interesa por el canto, aunque sea como homenaje a su mujer. En ese final tan esperado retoma la amistad con su hijo, por lo menos ha estado presente en la actuación de su padre.
Esa actuación de Terence Stamp, tan duro y sin expresar sus sentimientos, se desmorona en la parte final de la película.
Junto al apoyo de Elizabeth y sus compañeros de canto, fija su objetivo en cantar en ea fiesta de la academia. Como voluntaria, la joven hace todo con mucho entusiasmo, se nota que la gusta lo que hace, pero sin ser psicóloga intenta ayudar a Arthur, que aunque parece más duro necesita más apoyo que Marion.
La relación entre Arthur y su hijo no es buena, incluso se ve agravada después de la muerte de Marion. El carácter del padre es muy complicado, muy tozudo y no quiere dar su brazo a torcer. Gracias a Elizabeth su vida da un giro, se interesa por el canto, aunque sea como homenaje a su mujer. En ese final tan esperado retoma la amistad con su hijo, por lo menos ha estado presente en la actuación de su padre.
Esa actuación de Terence Stamp, tan duro y sin expresar sus sentimientos, se desmorona en la parte final de la película.