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Voto de Juan Ignacio :
6
Acción. Intriga. Thriller Nick Conklin (Michael Douglas) y Charlie Vincent (Andy García) son dos policías de Nueva York a los que asignan la misión de escoltar a un peligroso asesino de la Yakuza desde Estados Unidos hasta Japón. Pero una vez llegan al aeropuerto de Osaka, el detenido se escapa. Intentando atraparlo, van a parar a los bajos fondos de la ciudad, donde se verán envueltos en una encarnizada guerra entre bandas rivales de la mafia japonesa. (FILMAFFINITY) [+]
12 de mayo de 2017
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Nick Conklin es motero y policía neoyorquino, está siendo investigado por Asuntos Internos junto a otros dos compañeros, confiscaron dinero y algo se perdió por el camino. Un día, junto a su compañero y amigo Charlie Vincent, este sí un hombre limpio, joven, 28 años, y algo sibarita en el vestir y gustos, son testigos de un doble crimen en un bar de Nueva York cometido por un japonés contra dos compatriotas suyos. Dada la rápida intervención de Nick y Charlie el criminal es detenido de inmediato; ellos dos serán los encargados de custodiar al individuo hasta su país. Al llegar al aeropuerto de Osaka unos hombres suben al avión, con apariencia de policías, y se llevan al asesino. Instantes después, Nick y Charlie, se dan cuenta del engaño sufrido sin que ya lo puedan remediar. Pedirán a la Policía japonesa quedarse, están heridos en su orgullo, hasta detener al tal Sato, así se llama el escurridizo hombre; se les permitirá permanecer como observadores con un policía japonés pegado a ellos, llamado Masahiro, de métodos muy distintos a los de Nick. A partir de ahí se darán cuenta de que están en una guerra entre dos bandas mafiosas ávidas por quedarse con el negocio de la falsificación de dólares.

Esta película iba a ser dirigida por Pau Verhoeven, siendo, finalmente, Ridley Scott quien se pusiera a sus mandos. Filme de muchísima acción, vibrantemente rodada, con buena labor de montaje por parte de Tom Rolf y brillante fotografía de Jan de Bont, que todavía no había dado el salto a la dirección cinematográfica, sus escenas nocturnas de las calles de Osaka, profusamente iluminadas por las luces de neón de los establecimientos, son magníficas. La música, de Hans Zimmer, también resulta memorable.

Aunque en este filme se apele a valores como la amistad entre compañeros, la lealtad, la honradez que se debe de tener dentro del cuerpo de policía..., de Ridley Scott se esperaba mucho más, sobre todo porque este director ya contaba en su haber con películas como 'Blade Runner' y 'Alien'. Su dirección quizá se sintiera lastrada por un guion muy elemental, más propio de un telefilm que de un largometraje.

Como detalle curioso, señalar que el actor Yusako Matsuda, que interpreta el personaje del malvado Sato, inició el rodaje sabiendo que padecía cáncer de vejiga, algo de lo que no tenía conocimiento Ridley Scott. Matsuda murió siete semanas antes del estreno de la película.
Juan Ignacio
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