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Voto de Juan Ignacio :
7
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Drama
En una pequeña isla próxima a Sicilia, cuya principal actividad había sido siempre la pesca, vive el joven Filippo con su abuelo y su madre viuda. Pero ya nadie puede sobrevivir gracias a la pesca; tampoco ellos, de manera que no tendrán más remedio que resignarse y comenzar una nueva vida. Deciden, pues, alquilar su casa a los turistas durante el verano, y terminada la estación venden la barca. Un día Filippo y su abuelo salen a pescar ... [+]
14 de mayo de 2013
1 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las partes más pobres de Italia, en concreto la de Linosa, pequeña isla al sur de Sicilia que con la de Lampedusa forma el municipio Lampedusa y Linosa; recibe la llegada de inmigrantes de países subsaharianos, de Somalia y Eritrea en su mayoría, que huyen del hambre y la guerra. Viajes de años, en muchos casos, que acabarán en la muerte, en el Mar Mediterráneo, o en la deportación a sus países de origen.
Piedad y culpa, se solapan entre los habitantes insulares al recibir a los miserables africanos. Ni para forasteros, ni para los nativos parece haber salida alguna en ese infierno entre Europa y África.
Piedad y culpa, se solapan entre los habitantes insulares al recibir a los miserables africanos. Ni para forasteros, ni para los nativos parece haber salida alguna en ese infierno entre Europa y África.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La islas de Lampedusa y Linosa, al sur de Sicilia, son una de las puertas de entrada a Europa, o al menos eso intentan, para muchos inmigrantes subsaharianos que huyen de las condiciones de vida de sus países, Somalia y Eritrea, en su mayor parte. Si consiguen alcanzar una de las islas, en muchas ocasiones mueren en el intento, les espera la deportación.
El viejo pescador, Ernesto, acompañado de su nieto, Filippo, y un amigo, sale a pescar lo poco que le da ya el mar cada día. En uno de esos días ayudan a unos náufragos a salvarse mientras avisan a las autoridades costeras para que acuda a recoger al resto.
Ernesto, su nuera y su nieto acogen en su casa a una madre con un hijo y otro a la que han ayudado a dar a luz, en espera de poder pasarlos clandestinamente a Sicilia. Mientras tanto su nuera, viuda de un hijo pescador de Ernesto, trata de rentabilizar su casa alquilándola durante el verano a unos turistas mientras los tres pasan a vivir en el garaje. La población mísera de Europa ayuda a los miserables africanos, aunque no todos en la pequeña isla están dispuestos a hacer lo mismo.
Una noche, Filippo, un muchacho de 20 años no del todo espabilado, sale a dar un paseo con la muchacha, de su misma edad, inquilina de su casa, por el mar a bordo de una pequeña embarcación hurtada para la ocasión. De repente se les echan encima, a nado, un grupo de inmigrantes a los que Filippo se enfrenta para poder huir y, de esa manera, evitarse problemas con la policía. Al llegar a tierra ni avisa a las autoridades. Un gran cargo de conciencia caerá sobre él y, en una acción absurda, se lleva a la madre y sus dos hijos, que su madre y abuelo tenían refugiados, y con ellos embarca en la clausurada barca de su difunto padre rumbo a mar abierto.
El viejo pescador, Ernesto, acompañado de su nieto, Filippo, y un amigo, sale a pescar lo poco que le da ya el mar cada día. En uno de esos días ayudan a unos náufragos a salvarse mientras avisan a las autoridades costeras para que acuda a recoger al resto.
Ernesto, su nuera y su nieto acogen en su casa a una madre con un hijo y otro a la que han ayudado a dar a luz, en espera de poder pasarlos clandestinamente a Sicilia. Mientras tanto su nuera, viuda de un hijo pescador de Ernesto, trata de rentabilizar su casa alquilándola durante el verano a unos turistas mientras los tres pasan a vivir en el garaje. La población mísera de Europa ayuda a los miserables africanos, aunque no todos en la pequeña isla están dispuestos a hacer lo mismo.
Una noche, Filippo, un muchacho de 20 años no del todo espabilado, sale a dar un paseo con la muchacha, de su misma edad, inquilina de su casa, por el mar a bordo de una pequeña embarcación hurtada para la ocasión. De repente se les echan encima, a nado, un grupo de inmigrantes a los que Filippo se enfrenta para poder huir y, de esa manera, evitarse problemas con la policía. Al llegar a tierra ni avisa a las autoridades. Un gran cargo de conciencia caerá sobre él y, en una acción absurda, se lleva a la madre y sus dos hijos, que su madre y abuelo tenían refugiados, y con ellos embarca en la clausurada barca de su difunto padre rumbo a mar abierto.