Nos narra la historia de un joven judío que pierde a su familia tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial en Polonia y que se ve en medio de un fuego cruzado ante la duda existente al comienzo de la guerra de no saber si eran peores los de un bando o los de otro pero que desde luego es mucho más afortunado que ellos desde el inicio. Si hubiera que poner un ejemplo de lo que significa coloquialmente "tener una flor en el culo" ese sería nuestro protagonista.
Y es que se libra de todas: los ataques iniciales en su ciudad natal, el comunismo soviético, los nazis, la guerra en primea línea de batalla, su pasaporte que le delataría y no digamos de ésto último el tiempo que pasa en las juventudes hitlerianas debido a su circuncisión.
La película nos muestra las dos caras de la moneda: el comunismo y el nazismo. Tan malo el uno como el otro. Ambos preocupados de aleccionar adecuadamente al conjunto de la sociedad pero especialmente a los más jovenes hacia el pensamiento único, a pensar que forman parte de un todo, de una maquinaria perfectamente engrasada de la cual no puede fallar ninguna pieza.
Destacable la aparición de una jovencísima Julie Delpy como una joven alemana comprometida con la causa del Reich y de su Führer.
Visualmente es una película bonita que se ve además con fluidez por los contínuos cambios a los que se ve sometido el personaje central. Siempre teniendo que disimular quién es y de dónde viene realmente. En alguna ocasión incluso parece ser partícipe de toda la maquinaria propagandística.
Muy recomendable.