Media votos
5.2
Votos
1,666
Críticas
541
Listas
88
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Dirover:
8
6.2
19,065
Thriller. Acción. Aventuras
Bond ha dejado el servicio secreto y está disfrutando de una vida tranquila en Jamaica. Pero su calma no va a durar mucho tiempo. Su amigo de la CIA, Felix Leiter, aparece para pedirle ayuda. La misión de rescatar a un científico secuestrado resulta ser mucho más arriesgada de lo esperado, y lleva a Bond tras la pista de un misterioso villano armado con una nueva y peligrosa tecnología.
22 de diciembre de 2021
6 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
'Sin tiempo para morir' certifica el fin de muchas cosas, desde esa querencia casi ancestral por ese prototipo de héroe frío, seductor e invencible que resulta irreal y casi imposible de empatizar, pasando por las féminas absolutamente dependientes del héroe para resolver cualquier situación, o unos villanos cuya nacionalidad depende de la situación geopolítica del país de procedencia de la peli. El juguete Bond es producto de otros tiempos anquilosados en valores propios de inicios del S. XX, y su tendencia hacia lo fascistoide y su clasicismo cada vez nos suenan más a rancio. Hay detalles incluso en 'Spectre' de 2015 que a día de hoy nos resuenan extraño, ya que en estos 6 años hemos experimentado una serie de cambios políticos e ideológicos totales. ¿Qué sentido tiene entonces seguir incidiendo en un modelo y un arquetipo que las nuevas generaciones no van a compartir y que incluso a las "acostumbradas" al modelo de personaje que simboliza Bond les va a chirriar cada vez más? La fidelidad al material de Fleming tiene sentido siempre y cuando sus valores sean compartidos por gran parte de la sociedad que impera en un momento determinado teniendo en cuenta que estamos ante una obra de consumo y entretenimiento, y además que hemos vestido más de 20 pelis prácticamente iguales. Craig aportó cambios sustanciales en el personaje que todos aplaudimos y permitió que empatizáramos con él. Y en esta última entrega, a pesar de la evolución del personaje, la sorna, la picaresca y su oscuridad siguen estando presentes. No nos han cambiado ni han transformado a Bond (el arrebato de ira en el desenlace lo ejemplifican), simplemente le han hecho evolucionar como a tantos y tantos personajes (por poner un ejemplo reciente: ¿de verdad el Tony Stark de la primera entrega de 'Iron Man' con sus comentarios machistas y frívolos es el mismo de 'Endgame'?).
La película en todo momento deja la sensación de ser un capítulo de cierre de temporada. Sus 165 eléctricos minutos dan para cerrar todas las tramas que se habían quedado abiertas y establecer conexiones con los 4 films anteriores a velocidad de la luz, sin descanso, y a pesar de que se nota que el guion tiene demasiados cabos que terminar de atar se atreve a explorar algunos mcguffins que sirvan de excusa para hacer avanzar la trama. El problema de cuando un guion pretende abarcar tanto campo de juego es que para que encaje todo adecuadamente dentro de una duración comercialmente aceptable (y 165 minutos en teoría ya no lo son) debe marcar un ritmo sin descanso dejando la sensación de atropello en muchos de sus tramos, o de falta de desarrollo en ciertas subtramas. Afortunadamente, la peli se ve beneficiada por el ritmo absolutamente frenético y sin descanso que se impone desde el primer momento (los títulos de crédito no se inician hasta pasada la media hora de metraje en los que pasa absolutamente de todo) y la intensidad no decae en ningún momento, pero se producen diversas situaciones a lo largo de la historia que directamente carecen de sentido lógico (spoiler). Intuyo que fruto de las diversas reescrituras que sufrió el film (a pesar de que digan que el desenlace siempre estuvo en la mente los productores) ha habido situaciones y comportamientos de los personajes que no han quedado bien pulidos del todo, y eso se nota bastante en la sensación final.
Y sí, te miro a ti directamente, Rami Malek. Porque su Safin acaba siendo un personaje completamente tópico con frases del tipo "somos iguales James, los dos exterminamos a la gente, pero yo soy más listo que tú", así como la actitud forzada de psicópata que actúa raro porque sí... En pleno 2021 después de miles de blockbusters a nuestras espaldas... Da mucha pereza volver a esto. Ni el personaje está fatalmente escrito, y la finalidad de sus numerosos objetivos ni se entiende ni queda claro en ningún momento. Tampoco el personaje de Lashana Lynch termina de ser encajado correctamente dentro de la aventura, ni despierta nuestra simpatía en ese duelo de protagonismo con Bond tan sorprendentemente mal escrito. Acaba siendo una secundaria sin el menor peso en la trama, y es una pena después de todo lo que se había leído sobre su personaje. Si su personaje fuese eliminado de la trama nadie notaría nada, y si sus minutos de metraje hubiesen sido ocupados por el que da vida Ana de Armas la obra ganaría muchísimos enteros. Divertida, espontánea, resolutiva... Debería haber sido la gran acompañante de Bond en esta obra y es la gran beneficiada de la inclusión de Phoebe Waller-Bridge en el guion. La gran acompañante es una Lea Seydoux magnética cuya interpretación sube enteros con un personaje que evoluciona y mejora por completo a la sosa chica Bond que vimos en 'Spectre' y que aquí es alguien completamente distinto. Jeffrey Wright y Christoph Waltz dan la sensación de que pasaban por allí y que únicamente ejercen como excusas para cerrar sus personajes, alguno con más acierto que el otro, pero aún así se esperaba algo más. Y ese tal Daniel Craig... Tiene el mérito de que en 'Casino Royale' vimos un Bond diferente de los demás, de que en 'Skyfall' exploró nuevas vertientes del personaje, y aquí aún tiene la oportunidad de enseñarnos nuevas aristas de la mejor encarnación del espía británico habida en 25 películas. Lo que lleva haciendo Craig con 007 durante 16 años es digno de aplauso.
La labor de Fukunaga tras la dimisión de Boyle por diferencias creativas es más que correcta, creando una serie de escenas bastante espectaculares visualmente y al que se beneficia de la partitura de Zimmer, aunque algunas escenas de acción resultan algo repetitivas (mucho muerto a base de tiro en la cabeza). A pesar de sus errores, este fin de ciclo es una obra apasionante, sin tiempo para el respiro, cargada de sorpresas y llena de emotividad. Este Bond es casi imposible de mejorar. Disfruten del viaje.
· LO MEJOR: La velocidad de la trama y su emotividad.
· LO PEOR: La escritura del villano y de ciertas situaciones.
La película en todo momento deja la sensación de ser un capítulo de cierre de temporada. Sus 165 eléctricos minutos dan para cerrar todas las tramas que se habían quedado abiertas y establecer conexiones con los 4 films anteriores a velocidad de la luz, sin descanso, y a pesar de que se nota que el guion tiene demasiados cabos que terminar de atar se atreve a explorar algunos mcguffins que sirvan de excusa para hacer avanzar la trama. El problema de cuando un guion pretende abarcar tanto campo de juego es que para que encaje todo adecuadamente dentro de una duración comercialmente aceptable (y 165 minutos en teoría ya no lo son) debe marcar un ritmo sin descanso dejando la sensación de atropello en muchos de sus tramos, o de falta de desarrollo en ciertas subtramas. Afortunadamente, la peli se ve beneficiada por el ritmo absolutamente frenético y sin descanso que se impone desde el primer momento (los títulos de crédito no se inician hasta pasada la media hora de metraje en los que pasa absolutamente de todo) y la intensidad no decae en ningún momento, pero se producen diversas situaciones a lo largo de la historia que directamente carecen de sentido lógico (spoiler). Intuyo que fruto de las diversas reescrituras que sufrió el film (a pesar de que digan que el desenlace siempre estuvo en la mente los productores) ha habido situaciones y comportamientos de los personajes que no han quedado bien pulidos del todo, y eso se nota bastante en la sensación final.
Y sí, te miro a ti directamente, Rami Malek. Porque su Safin acaba siendo un personaje completamente tópico con frases del tipo "somos iguales James, los dos exterminamos a la gente, pero yo soy más listo que tú", así como la actitud forzada de psicópata que actúa raro porque sí... En pleno 2021 después de miles de blockbusters a nuestras espaldas... Da mucha pereza volver a esto. Ni el personaje está fatalmente escrito, y la finalidad de sus numerosos objetivos ni se entiende ni queda claro en ningún momento. Tampoco el personaje de Lashana Lynch termina de ser encajado correctamente dentro de la aventura, ni despierta nuestra simpatía en ese duelo de protagonismo con Bond tan sorprendentemente mal escrito. Acaba siendo una secundaria sin el menor peso en la trama, y es una pena después de todo lo que se había leído sobre su personaje. Si su personaje fuese eliminado de la trama nadie notaría nada, y si sus minutos de metraje hubiesen sido ocupados por el que da vida Ana de Armas la obra ganaría muchísimos enteros. Divertida, espontánea, resolutiva... Debería haber sido la gran acompañante de Bond en esta obra y es la gran beneficiada de la inclusión de Phoebe Waller-Bridge en el guion. La gran acompañante es una Lea Seydoux magnética cuya interpretación sube enteros con un personaje que evoluciona y mejora por completo a la sosa chica Bond que vimos en 'Spectre' y que aquí es alguien completamente distinto. Jeffrey Wright y Christoph Waltz dan la sensación de que pasaban por allí y que únicamente ejercen como excusas para cerrar sus personajes, alguno con más acierto que el otro, pero aún así se esperaba algo más. Y ese tal Daniel Craig... Tiene el mérito de que en 'Casino Royale' vimos un Bond diferente de los demás, de que en 'Skyfall' exploró nuevas vertientes del personaje, y aquí aún tiene la oportunidad de enseñarnos nuevas aristas de la mejor encarnación del espía británico habida en 25 películas. Lo que lleva haciendo Craig con 007 durante 16 años es digno de aplauso.
La labor de Fukunaga tras la dimisión de Boyle por diferencias creativas es más que correcta, creando una serie de escenas bastante espectaculares visualmente y al que se beneficia de la partitura de Zimmer, aunque algunas escenas de acción resultan algo repetitivas (mucho muerto a base de tiro en la cabeza). A pesar de sus errores, este fin de ciclo es una obra apasionante, sin tiempo para el respiro, cargada de sorpresas y llena de emotividad. Este Bond es casi imposible de mejorar. Disfruten del viaje.
· LO MEJOR: La velocidad de la trama y su emotividad.
· LO PEOR: La escritura del villano y de ciertas situaciones.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
-------------------------------------------------------------------------------------
James Bond muere. Sí, ¿y qué? ¿De verdad no era la forma más épica de despedir la espectacular etapa de Craig? Pero jode, y tanto que nos jode, porque a nadie le gusta salir triste de una sala de cine.
¿Creen que si el Bond que hubiera sido asesinado fuese el de Moore, Dalton o Brosnan a alguien le hubiese importado lo mismo (me la juego incluso metiendo a Connery en la ecuación)?
Les digo ya la respuesta: NO.
Porque más allá de que a quien estás matando es precisamente a uno de los grandes iconos del cine (palabras mayores, obviamente), ningún Bond anterior ha logrado la implicación emocional o la empatía del espectador. Hemos querido parecernos a él, sentir una especie de ¿envidia?... Pero no nos hemos implicado emocionalmente con él en ningún momento. Es un hombre casi irreal, pero el Bond de Daniel Craig es tan profundamente humano que es imposible no simpatizar con él. Porque de esta aventura sí que queremos que salga bien. Porque el objetivo de su misión no solo es salvar al mundo, también es salvar a su... Familia. Y seguramente esto resulte un escándalo para los más puristas (y por desgracia para millones de personas que han apostado por el boicot en taquilla), pero ya tengo otras 24 películas de un Bond que se sale con la suya tras vacilarle al malo y se va a follar con la chica. Y en la mayoría de ellas, ni siquiera es un Bond que nos represente, es un arquetipo irreal de héroe invencible.
Dame algo distinto esta vez.
Emocióname por primera vez en 25 películas.
El sacrificio del personaje valió la pena (salvó a su familia y al mundo entero, una vez más). El sacrificio de los creadores del film... Bueno, se esperaba que la taquilla respondiera algo mejor. Una pena. Le pasará como a la entrega protagonizada por Lazenby (otra de las películas más emocionales de la saga). Quizás el tiempo la eleve al altar que merece como una de las 5 mejores películas de toda la saga, y recordemos todos uno de los finales más épicos que un personaje icónico podía tener.
Gracias por estos 16 años, Craig. Descanse en paz, James.
-------------------------------------------------------------------------------------
Por cierto, las críticas derivadas de que Moneypenny y la nueva 007 sean mujeres de color, que todas las féminas que aparecen en este film sean unas "empoderadas" porque son capaces de resolver las situaciones por sí mismas, o de Q sea gay... STOP. Se os ve demasiado el plumero. Me da igual lo que quisiera Fleming hace 70 años, nuestra sociedad no tiene nada que ver con aquella. Y ninguna de estas inclusiones influye en algo en la trama. ¿Nadie se escandaliza porque el ayudante del malo sea otra vez UN RUSO? Qué casualidad, ¿no? Esa manipulación política sí que no ha variado desde hace 70 años.
Y a continuación otras preguntas sin respuesta.
Qué mal dibujado está el personaje de Rami Malek. Dios mío. ¿Qué busca realmente? Vengarse de Madeleine, exterminar a millones de personas (¿por qué?), acabar con Spectre, y ¿para qué deja que se vaya la hija de Bond a sus anchas después de que le muerda? No have sense.
Igual que el personaje de David Dencik, que pasa de ver con sufrimiento como mueren sus compis a jactarse de como su virus mortal destruirá el mundo entero.
O el villano al que le falta un ojo, ¿por qué ataca a James en Italia? Si supuestamente ese ataque fue ideado por Blofeld y en realidad trabaja para Safin.
Ay, esas reescrituras.
James Bond muere. Sí, ¿y qué? ¿De verdad no era la forma más épica de despedir la espectacular etapa de Craig? Pero jode, y tanto que nos jode, porque a nadie le gusta salir triste de una sala de cine.
¿Creen que si el Bond que hubiera sido asesinado fuese el de Moore, Dalton o Brosnan a alguien le hubiese importado lo mismo (me la juego incluso metiendo a Connery en la ecuación)?
Les digo ya la respuesta: NO.
Porque más allá de que a quien estás matando es precisamente a uno de los grandes iconos del cine (palabras mayores, obviamente), ningún Bond anterior ha logrado la implicación emocional o la empatía del espectador. Hemos querido parecernos a él, sentir una especie de ¿envidia?... Pero no nos hemos implicado emocionalmente con él en ningún momento. Es un hombre casi irreal, pero el Bond de Daniel Craig es tan profundamente humano que es imposible no simpatizar con él. Porque de esta aventura sí que queremos que salga bien. Porque el objetivo de su misión no solo es salvar al mundo, también es salvar a su... Familia. Y seguramente esto resulte un escándalo para los más puristas (y por desgracia para millones de personas que han apostado por el boicot en taquilla), pero ya tengo otras 24 películas de un Bond que se sale con la suya tras vacilarle al malo y se va a follar con la chica. Y en la mayoría de ellas, ni siquiera es un Bond que nos represente, es un arquetipo irreal de héroe invencible.
Dame algo distinto esta vez.
Emocióname por primera vez en 25 películas.
El sacrificio del personaje valió la pena (salvó a su familia y al mundo entero, una vez más). El sacrificio de los creadores del film... Bueno, se esperaba que la taquilla respondiera algo mejor. Una pena. Le pasará como a la entrega protagonizada por Lazenby (otra de las películas más emocionales de la saga). Quizás el tiempo la eleve al altar que merece como una de las 5 mejores películas de toda la saga, y recordemos todos uno de los finales más épicos que un personaje icónico podía tener.
Gracias por estos 16 años, Craig. Descanse en paz, James.
-------------------------------------------------------------------------------------
Por cierto, las críticas derivadas de que Moneypenny y la nueva 007 sean mujeres de color, que todas las féminas que aparecen en este film sean unas "empoderadas" porque son capaces de resolver las situaciones por sí mismas, o de Q sea gay... STOP. Se os ve demasiado el plumero. Me da igual lo que quisiera Fleming hace 70 años, nuestra sociedad no tiene nada que ver con aquella. Y ninguna de estas inclusiones influye en algo en la trama. ¿Nadie se escandaliza porque el ayudante del malo sea otra vez UN RUSO? Qué casualidad, ¿no? Esa manipulación política sí que no ha variado desde hace 70 años.
Y a continuación otras preguntas sin respuesta.
Qué mal dibujado está el personaje de Rami Malek. Dios mío. ¿Qué busca realmente? Vengarse de Madeleine, exterminar a millones de personas (¿por qué?), acabar con Spectre, y ¿para qué deja que se vaya la hija de Bond a sus anchas después de que le muerda? No have sense.
Igual que el personaje de David Dencik, que pasa de ver con sufrimiento como mueren sus compis a jactarse de como su virus mortal destruirá el mundo entero.
O el villano al que le falta un ojo, ¿por qué ataca a James en Italia? Si supuestamente ese ataque fue ideado por Blofeld y en realidad trabaja para Safin.
Ay, esas reescrituras.