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Voto de Sines Crúpulos:
3
Romance. Drama Años 60. Johnny Castle (Patrick Swayze) es un experto profesor de baile y un amante consumado. Por su parte, Baby Houseman (Jennifer Grey) es una aburrida e inocente adolescente de 17 años. Un verano se conocen en el balneario donde él trabaja. Aunque pertenecen a clases sociales muy distintas, cuando la música suena y bailan al ritmo del dirty dancing, las diferencias que los separan desaparecen. (FILMAFFINITY)
16 de julio de 2008
26 de 53 usuarios han encontrado esta crítica útil
La década de los ochenta fue la década pop, tanto en música como en cine. Sí, fue una mierda tal vez, pero ha dado mucho más tema de conversación que la de los 90. Cinematográficamente, una bazofia. Pero nostálgicamente, es La Década por excelencia.

Pues bien, en los ochenta existió un pequeño sub subgénero, un generín, que consistía en crear una historia de competición (musical, deportiva...) en la que el/la prota, en principio torpe, va superando las clásicas zancadillas mientras aprende de un maestro/a las dotes necesarias, siempre fundamentadas en saber escuchar, respetar y saber aplicar las palabras del experto, para alcanzar el clímax en una acción definitiva, que o bien se mostraba a cámara lenta, o bien era víctima del replay.

En esta peli, dicha acción consistía en un salto que Jennifer Grey (una chica muy maja, muy simpaticona... osea, un cardo borriquero) debía realizar en plan carpa para caer en brazos de Patrick Sawyze (el que se quedó sin besar a Demi Moore porque una negra gorda se puso por medium. Tampoco se perdió nada, porque la Moore es como la Grey, pero en gilipollas), ...para caer en brazos del Swayze, digo, y jugar unos segundos a los aviones.

Tramas más simplonas se han visto, pero no muchas.

¿Y qué quedó para la memoria? Pues la canción de un grupo que en la época flower power fue la margarita en vinagreta, y en los ochenta fue pop chicle remascado.
Sines Crúpulos
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