Lo mejor: La mezcla de artes marciales y humor visual
Lo peor: Verla doblada

Kung Fu Hustle (o Kung Fu Sion para los más patrios) aúna artes marciales y humor con gran acierto e inteligencia. Si bien es cierto que el humor no es ni el más sutil ni el más sofisticado, tampoco le hace falta a la película, pues el slapstick se adapta a la perfección a las artes marciales, que al fin y al cabo viene siendo gente pegándose. La trama no tiene ningún misterio, pues sirve como excusa para que se sucedan los gags visuales y las peleas, y aunque se intente ahondar en las motivaciones del protagonista, tampoco se le da el suficiente peso como para que importen. En cuanto a las escenas de lucha, éstas resultan entretenidas por la variedad de personajes que circulan con estilos de lucha diferentes y por una banda sonora que en todo momento acompaña a la acción y hace que el espectador vibre con cada golpe. Los efectos especiales, pasados 12 años del estreno, se mantienen bastante bien debido a la esencia caricaturesca y de cómic que desprenden, aunque en algunos momentos chirrían un poco.
No quiero ahondar mucho en el tema del doblaje, pero a los más atrevidos les recomiendo que se la miren doblada al español, pues la película se convierte en una cabalgata de acentos regionales y chistes de pobre humor que no dejan indiferente ni defensor más ferviente del doblaje en este país.