Fantástica comedia dramática la que nos ofrecen los incombustibles hermanos Coen. Espero que los espectadores no vayan pensando en encontrarse con un Walter o un Nota ya que no los encontrarán, sin embargo los personajes son disparatados y de agradecimiento en la pantalla. Menciono especialmente al protagonista que crea una fuerte presencia en la pantalla al igual que su hijo.

Por otra parte la película es una obvia crítica al judaísmo, se mire por donde se mire. Se puede ver al pueblo americano, representado por el vecino con su hijo jugando al baseball todo el rato o yendo a cazar, criticando y mirando siempre malamente y sin respeto a los judíos. Además, evidencia claramente a los rabinos poniéndolos como retrasados y tipos pasados de rosca. Por último y más importante, refleja que la nueva generación de judíos, los jóvenes, no sienten absolutamente nada de respeto ni de devoción por la práctica de la vida judía.

Comedia pone la sinopsis, pero visto lo visto sin duda hay más oculto en esta película. Buen final dejando abierta muchas posibilidades.