No pienso negar que "La LEGO Ninjago película" se ve claramente perjudicada por un relativo hartazgo hacia el producto. Al fin y al cabo, esos juguetes dan para lo que dan, y esta es la tercera vez ya en cuatro años que vemos lo mismo. Pero toda vez que te quitas de encima ese prejuicio, el nivel de disfrute puede llegar a cotas bastante altas. Yo, desde luego, me lo he pasado de vicio con este intento de homenaje al cine nipón de artes marciales que al final acaba siendo un nuevo acto de vasallaje por parte de Warner al género de superhéroes tras “La LEGO película” (Phil Lord & Christopher Miller, 2014) y “Batman, la LEGO película” (Chris McKay, 2017), obras que ya enfatizaban en eso mismo.
Dejando al margen el estancamiento y la reiteracion, esta "La LEGO Ninjago película" de Charlie Bean, Paul Fisher & Bob Logan me ha satisfecho bastante. Cierto que, con el paso del tiempo, y de las películas, he descubierto que, en estas cintas basadas en los muñecos LEGO, acabo sintiendo más atracción por el pequeño e intrascendente detalle que por el caos ordenado típico de estos productos. Cuando el prota sale empuñando un estropajo notablemente más grande que todo su brazo, se me ablanda más el corazón que con la canónica, alocada y destructiva persecución de turno. Cuando "La LEGO Ninjago película", en su parte central, abandona el cine de acción para refugiarse en la aventura pura y dura, también se ablanda mi corazón. Creo que "La LEGO Ninjago película" debería haberles prestado más atención a esos pequeños detalles, clara invitación a desprenderse del yugo impuesto.
Al margen de eso, y de ser un nuevo elemento de mercadotecnia barata, "La LEGO Ninjago película" es muy disfrutable. Pero va siendo necesario un cambio de tercio, Warner. Primer aviso.