"La venganza del hombre muerto" es cine americano con alma de cine nórdico. Me explico. La trama es yankee cien por cien, o lo que es lo mismo, tan simple como el mecanismo de un botijo. En ese aspecto no hay mucha tela que cortar. Pero lo que de verdad me ha dejado confuso son sus formas. Su director, Niels Arden Oplev, ha intentado transformar esa simpleza yankee en algo muy nórdico; lo que viene siendo oscuro, frio y cerebral. Y el resultado final es un thriller pasmosamente lento, y melancólico a más no poder. La película te va metiendo en ese avanzar lento y desganado que propone, lo que a la postre termina siendo su perdición.
Colin Farrell y compañía hacen lo que pueden en un film que argumentalmente no da para mucho más. Su trama la hemos visto tantas veces que ya no sorprende a nadie. Y eso unido a la completa carencia de giros argumentales, da como resultado un film previsible y quizas innecesario.
"La venganza del hombre muerto" es un thriller de rápido consumo, aunque de digestión algo pesada. La cinta ha sido el pasaporte de llegada a Hollywood para Niels Arden Oplev, y también el de regreso a su patria.