Es la sexta película relacionada con Terminator, si bien propiamente no sería "Terminator 6" al situarse cronológicamente después de la 2 y olvidarse de Salvation y de Génesis. Lo mejor que tiene esta entrega, sin duda, es el regreso de la "auténtica" Sarah Connor 28 años después: Linda Hamilton.

Otra novedad es que el protagonismo recae fundamentalmente en las mujeres, aunque el malo de turno sea un hombre. La mencionada Linda ejerce de líder y tiene algunas escenas efectivas en las que saca a relucir su experiencia de "mercenaria". Además, se rodaron varias escenas en España y concretamente en mi Región de Murcia: en el aeropuerto de Corvera y en varias carreteras y pedanías de Cartagena. Lo más curioso/gracioso es que se pretendía representar México.

Sin embargo, nos topamos con varios problemas. Para empezar, el papel de Gabriel Luna está a años luz de otros antagonistas de la saga como el mítico Robert Patrick. No infunde temor ni tensión, aunque cumpla con corrección. Por otra parte, la intervención de Schwarzenegger parece tan forzada como innecesaria desde su primera aparición. Actúa básicamente como un tutor del equipo que podría pasar como dispensable. En tercer lugar, el equipo de mujeres no está equilibrado ni desarrollado en el sentido de carisma y personalidad de cada una. En definitiva, ni hombres ni mujeres cumplen con las expectativas.

Si a un equipo desaprovechado de intérpretes le añadimos un guión que suena a más de lo mismo, se queda en una película que cumple con su cometido de entretener sin más. Y ojo porque es ya el segundo fracaso consecutivo de taquilla de esta saga Terminator y se decía que querían hacer otras dos más. Pues me parece que han empezado con mal pie o mejor dicho ya es el momento de dejarlo.

Sin embargo, mi nota final es de un 6 por considerar "interesante" volver a ver a Linda Hamilton en Terminator.

Y esta ha sido mi crítica nº 700.