Comedia disparatada de humor negro que en su planteamiento inicial tiene su enganche y atractivo, pero que a medida que se va alargando se agota esa efectividad y deja patente que es más bien un cúmulo de despropósitos. Las situaciones y reacciones de los personajes son absolutamente surrealistas y por supuesto nada de lo que ocurre nos lo podemos tomar en serio. El papel de los actores y actrices, más experimentados en teleseries que en la gran pantalla, desempeñan unas actuaciones que dejan bastante que desear. En no pocas ocasiones sus intervenciones son ciertamente sobreactuadas. Se salvan Darío Paso, que nos arranca alguna risa con sus salidas "o todos moros, o todos cristianos" y Santi Rodríguez, el inspector. Al margen de eso, poco más que ver salvo algún bellezón como Claudia Molina.

Si se hubiese planificado como cortometraje seguro que hubiese sido más acertada. Aún así, pese a recibir merecidamente un suspenso es una de esas 'rara avis' de nuestro cine del siglo XXI.