Curiosa y entretenida película de animación basada en la plastilina, un recurso no muy utilizado en el presente siglo (Chicken Run) pero que se ejecuta de forma bastante aceptable en esta obra. Existen muchos personajes, pero algunos de ellos están más bien de relleno o sus diálogos son muy reducidos. Sólo destacan Charles Darwin y el mono que se comunica con carteles como únicos carismáticos. Pero no por ello es aburrida, introduciéndose anacronismos y algunos disparates que la convierten en una obra para pasar un rato. Fundamentalmente es de carácter paródico, pues trata los diferentes aspectos de los piratas de forma un tanto surrealista.

En la promoción en España de esta película se resaltó el doblaje de un pirata por parte de Andrés Iniesta. La verdad, se nota que lo suyo es más bien el fútbol y que no es profesional de esta campo porque le falta emoción y ganas en las breves intervenciones que tiene. Que por cierto, se toma una licencia nombrando a Fuentealbilla para orgullo de sus vecinos y sonrisas de sus fans.

En resumen, se queda inferior a las películas de Disney pero es un buen intento de la animación inglesa. Tanto visualmente como en relación a su banda sonora, se percibe una calidad técnica bastante lograda a pesar de que su desarrollo pudo haber tenido un mejor resultado.