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Voto de GonzaloyGracias:
5
Drama Roma, años 70. Clara y Felice acaban de mudarse a un piso nuevo. Su matrimonio está acabado: ya no se aman, pero son incapaces de separarse. Lo único que los mantiene unidos son sus hijos, en los que Clara vuelca su deseo de libertad. Adriana, la mayor, acaba de cumplir 12 años y presencia muy de cerca los estados de ánimo de Clara y las tensiones cada vez mayores entre sus padres. Adriana rechaza su nombre y su identidad, quiere ... [+]
22 de octubre de 2022
14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una familia romana a finales en los años setenta del siglo XX. Una madre (Penélope Cruz) que ama a sus hijos de una forma tolerante, amical, consentidora y que deja que fantaseen. Porque como dice ella: lo malo es que fantaseen los adultos. Un padre ausente, frío, a ratos violento y machista, como no podía ser de otra manera en esa época, y mujeriego. Me preguntaba viendo la película cómo era posible que ese hombre ya no amara a una mujer como la encarnada por Penélope Cruz: bella, fascinante, una mezcla de Sofia Loren y Raffaella Carrà, una estrella (de las del firmamento) que atrae todo lo que hay en la pantalla hacia ella y lo absorbe. Es algo que, quizá, rompe un tanto la verosimilitud de la película.

L'ínmensità quiere retratar la inmensidad del vacío del alma de una mujer cuando todo se le viene abajo porque ni ama ni es amada y porque una separación parece ser una salida cerrada. Entre otras casusa no citadas, por los tres hijos todavía pequeños. Uno de ellos (quizá trasunto del director), se llama Adriana pero quiere que le llamen Andrea y viste como un chaval cuando oficialmente es una chica. La relación entre ella y la madre, sus complicidades desde las incertidumbres que sienten, es uno de los ejes del film, donde también entran las canciones y el cine de la época como espacio de evasión. Ver una de esas fantasías donde Penélope Cruz hace de Raffaella Carrá es uno de los pocos instantes mágicos de la película.

Todos los elementos para hacer un retrato generacional a través de una familia de clase media estaban ahí, pero a esta inmensidad le falta intensidad. Tanto dramática como narrativa. Lo que vemos no nos llega, a veces parece buscado para tocar palos diversos que satisfagan a un público variado: pienso en esa frontera de juncos que separa al barrio de clase media con el poblado de gitanos y la relación entre Andrea y la niña gitana. Algo no funciona porque parece un pegote, algo instrumental y no un elemento de fondo.

Enmanuele Crialese no ha conseguido enlazar sus recuerdos reales y de la imaginación con la suficiente fuerza y verosimilitud. Un film agradable de ver pero que no nos regala emoción.
GonzaloyGracias
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