Siento una enorme admiración por el cine de éste director y en su dilatada carrera tiene grandes obras maestras que no voy yo ahora a descubrir.

Pero yo tengo la necesidad de hacer mi crítica sobre el Tigre de Esnapur y su 2ª parte, por lo que representaron en mis añoradas noches en los cines de verano comiendo pipas y con los ojos como platos descubriendo la magia de películas que como ésta nos llevaba a vivir unas maravillosas aventuras a todo color que nos transportaban de una vida gris (todo era gris tirando a negro en esos años), a los palacios y las selvas de la India a lomos de un elefante o luchando contra una fiera salvaje. Me gustó tanto la primera parte que ya estaba deseando ver la continuación. Había que esperar a que la proyectaran y eso en sí era ya una aventura anticipada para mí. Las dos partes emocionan por igual ya que en realidad son una sola.

Lo que no sabía entonces es que estaba disfrutando de las últimas películas rodadas para el cine por un verdadero maestro. Lo fuí descubriendo unos años más tarde.


Antes que Indiana Jones y otras buenas películas de aventuras, existió Fritz Lang y su díptico inolvidable. Yo le mando mi agradecimiento allá donde esté, por hacer feliz a alguien como yo que soñó un verano que el mundo podía ser una aventura fantástica y llena de grandes emociones, gracias a su impresionante talento. Gracias Fritz