Espías es, en primer lugar, divertida. Muy divertida me atrevería a decir. El prólogo es una declaración de intenciones que te hace esperar lo mejor. Y por suerte, sin llegar a ser notable, la película se convierte desde ya en una de las más graciosas parodias que he visto.

Melissa McCarthy, que me pareció cargante en "Por la Cara" y algo irregular en "Cuerpos Especiales", hace aquí un papel que no me ha resultado cargante en casi ningún momento (algunos de los sketches basados en su verborrea se alargaban más de lo que deberían) y conseguía hacerme al menos sonreír en prácticamente todas las escenas.

Jason Statham, quien ya demostró que sabía hacer reír en "Lock & Stock" y "Snatch, Cerdos y Diamantes" (ambas del gran Guy Ritchie), cambia aquí de registro para regalarnos una ración de risas basadas sobre todo en gestos, muecas y miradas, sorprendiendo a todos y pidiendo a gritos más papeles como éste.

Mención aparte para Jude Law, quien desde el magnífico prólogo demuestra el pedazo de actor que es; así como Allison Janney, perfecta en sus brevísimas apariciones, y Rose Byrne, encarnando a una villana-pija que da mucho juego y complementa perfectamente con Melissa.

En definitiva, si te gustaron películas como Superagente 86 o Johnny English (aunque estas eran tan maravillosamente absurdas que los críticos las destrozaron sin piedad...), no te la pierdas.

Nota Final: 7