Comedia romántica que busca su punto fuerte en el original desarrollo de la siguiente situación: cruce de culturas e idiomas que se produce cuando una familia norteamericana contrata como criada a una mexicana. Esto explica lo acertado de dejar la película en versión original y con subtítulos, aunque se pueda hacer menos dinámica a la hora de seguirla.

Mientras leo los subtítulos me digo a mí mismo que también perdonaré el hecho de que el clásico matrimonio americano haya contratado con esa pasmosa naturalidad a una criada mexicana que no tenía ni idea de su idioma.

Pero después de un alarde de escenas innecesarias, carentes de gracias y rozando lo cutre (pronunciación del nombre de Flor, intento de ligar en el restaurante caro...), me doy cuenta de que no habrá ningún gag o situación medianamente graciosa.

Es entonces cuando sale a la luz la realidad cotidiana de la familia: discusiones matrimoniales por falta de entendimiento (que es normal, ya que estamos enfrentando la modestia y sencillez del personaje de Sandler con inestabilidad e histerismo del de Leoni), hija con algún complejillo, etc...

Para acabar de montar el entramado, introducimos en este ambiente a la hija de Flor, y entonces sale a relucir el carácter de sobreprotección, desconfianza y celos de su madre, y la duda sobre las decisiones que tiene que tomar.

Total, que ya tenemos todos los personajes desarrollados, y ahora comienza el melodrama... ha transcurrido algo más de una hora de película, y poco me importa ya saber cómo evolucionará y acabará esta excesivamente larga, aburrida, insulsa y pesada “comedia”.