Película que se basa en el caso “Rathergate” cuando el eminente periodista Dan Rather acusó al entonces presidente George Bush Jr. de no cumplir con sus exigencias militares y de buscar un trato de favor para no ir a Vietnam.
Por lo que se ve llevamos una buena racha de películas de tema periodístico, esta y “Spotlight” las han vuelto a poner de moda. Y la verdad es que está muy bien y cuando uno las ve, uno no puede menos que sentir algo de envidia por ese tipo de periodismo que ya, si sigue existiendo en nuestro país, está bastante en desuso. La película se centra, como decíamos, en la publicación de esos informes por el programa “60 Minutos” y de cómo fueron perseguidos por ello hasta llevarlos a la dimisión. Lo único malo que tiene el film es que, ya desde el título, se posiciona demasiado visiblemente a favor de los periodistas y hay que reconocer que, aunque la historia es ciertamente creíble y verosímil, ellos (sobre todo la productora) cometieron algunos fallos que ponían en duda sus hallazgos: quizá fue por la falta de tiempo y se precipitaron, pero es así.
Sea como fuere, envidio tener un periodismo que no sea de bufanda, que no ataque al contrincante simplemente por hacerlo, que tenga que dar explicaciones por la falta de objetividad y al mismo tiempo, me da pena que las noticias no sean ya (como dice el personaje de Robert Redford) un bien público, sino un arma arrojadiza que se usa de forma tendenciosa.
En definitiva, una buena película, un film que sabe mantener la intriga hasta el final, con un buen reparto (a pesar de Topher Grace) y que, si bien no puede evitar caer en la parcialidad en muchos momentos, al menos sí evita el maniqueísmo casi siempre.