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España España · Santa Margarida i els Monjos
Voto de Víctor Baylach:
6
Serie de TV. Drama. Thriller Narra la verdadera historia de dos parejas: los Montgomery (Candy y Pat) y los Gore (Betty y Allan). Estos son aparentemente unos buenos amigos que asisten a la iglesia y disfrutan de su vida en un pequeño pueblo de Texas… hasta que una aventura extramatrimonial lleva a alguien a empuñar un hacha.
14 de junio de 2023
32 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Entre las miles e incansables series que semana tras semana son estrenadas y con mi poco esfuerzo a seguir las tendencias del momento, atraído por el morbo del género criminal y por sus dos actores protagonistas, Elizabeth Olsen y Jesse Plemons, me animo a ver “Love & Death” mini serie traída de la mano de… ¿HBO?, ¿HBO MAX?, ¿MAX? ¡Que alguien detenga esta locura! Sigo… Una serie de 7 capítulos, dirigida por Lesli Linka Glatter, escrita por David E. Kelley basada en el capítulo “Love & Death In Silicon Prairie, Part I & II” del libro “In the Suburbs” escrito por Jim Atkinson y John Bloom, que a su vez se basa en el crimen real ocurrido el 13 de junio de 1980 en Wylie, Texas, del que se enriquece la serie. Ambientada a finales de los 70s y el primer año de los 80s, viene a contarnos la historia real del crimen a hachazo limpio de Cany Montgomery, una mujer de bien, llena de vitalidad, afable, dulce, buena madre, buena amiga, cristiana como la que más, feligresa de la parroquia local, y esposa de un aburrido matrimonio condenado al fracaso. Allan Gore, marido de la amiga de Candy, Betty Gore, sin saber cómo, se verá envuelto en un lio extramatrimonial con Candy, una inocente relación amorosa que ninguno de los dos podrá imaginar su fatal desenlace.

Contando con otra versión de los mismos hechos, “Candy”, de la mano de HULU, protagonizada por Jessica Biel y traída a nosotros el largo tiempo de hace tan solo unos meses, parece que los estudios han decidido explotar la historia y competir por quien la tiene más larga. Desconozco lo eficacia de “Candy”, pero si puedo asegurar la de “Love & Death”. Dividida en dos partes muy evidentes, a simple vista esto parece más un culebrón que otra cosa, pero a pesar de su sinopsis, no estamos ante ninguna telenovela de media tarde. Sus primeros tres episodios destacan por su presentación y exploración de personajes; conocemos sus comportamientos, sus sentimientos, sus rasgos más característicos y el triste vacío emocional al que llenan con apariencias. Pronto empiezan las miradas y la atracción, y de una manera muy poco dinámica nuestros protagonistas se envuelven en un mar de acaricias llenas de deseo y sonrisas tontas que denotan la carencia de cariño.

Si bien esta primera parte, puede resultar un tanto lenta para cierto número de espectadores, en lo personal me he podido sentir cómodo con ella. La situación es sencilla, los personajes gozan de una buena escritura, y reflejan bien las motivaciones de cada uno para aventurarse al adulterio. Pero a partir de su cuarto capítulo la serie despega y cambia completamente de registro, convirtiéndose en un relato de drama criminal, investigación y thriller judicial. Es indiscutible que sin la escritura de su primera parte, la secuencia del crimen y todo lo consecuente carecerían de efecto en el espectador, puesto que apenas conoceríamos a los personajes y veríamos los hechos con relativa distancia. Como punto a favor, si tienes la suerte de no saber los hechos que ocurrieron antes de ver la serie, ésta logra mantenerte con la incertidumbre constante y dudar, capítulo a capítulo, de la culpabilidad de la acusada, más no de su inocencia.

En un relato como este, los personajes son tan o más importantes que la historia en sí, y Elizabeth Olsen destaca sobremanera. A pesar de encontrarle ciertas expresiones y gesticulaciones que ya he visto de ella en otros proyectos, es innegable que esta actriz está viviendo su mejor momento actoral. Sabe mantener el peso del protagonismo dándole carisma y matices al personaje, adecuándose a las diferentes situaciones emocionales que esta vive. Jesse Plemons, del cual estoy encantado con él desde su interpretación de Todd en la temporada final de “Breaking Bad” y en “El Camino”, al igual que sus destacables papeles en “I’m Thinking of Ending Things” y "T'he Power of the Dog", está más comedido pero adaptándose bien a los rasgos placidos y sosegados de su personaje. Lily Rabe convence como la casi inaguantable Betty Gore, al igual que lo hacen Patrick Fugit, como el marido lejano a la vez que preocupado, y Tom Pelphrey como Don Crowder, abogado de Cady, muy inadvertido en su inicio pero con mucho peso en su segunda mitad.

Como otros aspectos, la ambientación de la serie está muy bien lograda, tanto en la vestimenta, peinados y accesorios, como las casas y todo el vecindario. La serie posee una fotografía poco saturada, con la que gana en realismo y en ambientación de suspense, pero en el apartado musical, si bien es funcional, tampoco hay nada por lo que destacar, más allá de su música setentera. Como apartado final, y por ello menos importante, la escena del crimen en un inicio resulta un poco descafeinada, asestando los los golpes fuera de cámara, haciéndola para todos los públicos. Pero a medida que los detalles van saliendo a la luz, gana en el sentido de lo tétrico, hasta el momento en que, en pleno juicio, se describe el crimen con pelos y señales, repitiendo la escena de los 41 hachazos de manera mucho más gráfica y macabra. Un detalle menor, que a los enfermos que disfrutamos del género nos dejará satisfechos.

“Love & Death” es una serie guiada por las decisiones y las acciones de sus protagonistas y no tanto por los acontecimientos que ocurren a su alrededor, y si bien este tipo de productos suelen enriquecerse por una mayor introspección de sus personajes, no es tanto el caso de “Love & Death”, que si bien lo hace y puedes llegar a entender las actuaciones de Candy, hubiera preferido una mayor profundidad en su psicología, sin quedarse en algo tan superficial; aun que con 7 capitulos tampoco podemos pedir mucho más. A su vez, consiste en un relato que hemos podido ver ya en más de una ocasión pero que a pesar de ello y de sus pequeños problemas contiene cierta destreza y agilidad, y junto a un buen elenco, en especial de Olsen, consigue entretenerte y que sea vista con interés, creciendose en su segunda parte y manteniendo la incertidumbre hasta su episodio final.
Víctor Baylach
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