Seguimos con nuestra querida compañía del anillo, ésta vez disuelta. Por un lado Frodo y Sam, los hobbits protagonistas, que siguen solos su camino para destruir el anillo. Tendrán varios obstáculos difíciles de salvar, como por ejemplo Gollum, una misteriosa criatura en la que no se puede confiar plenamente por su doblez de personalidad. También tendrán el problema que representa el mismo anillo que cada vez más, va poseyendo a Frodo, pero con la ayuda de Sam, su incansable escudero, no habrá problemas que se resistan. Por otro lado están los otros hobbits Meriadoc y Peregrin, jóvenes hobbits ávidos de aventuras y no exentos de coraje, pero que serán capturados por los orcos y uruk-hai. También están Aragorn, Légolas y Gimli, grupo que irá en busca de los hobbits capturados y que tendrán que poner su miguita en la gran batalla de el abismo de Helm. Y falta nuestro querido mago Gandalf, quien también pondrá lo suyo para acabar con el mal.

El Mal. Las tropas de Saruman y de Sauron se cuentan por millares, dicen que jamás se vió ejército semejante en la Tierra Media. Por eso, si quieren acabar con ellos, tendrán una mínima posibilidad si hay una gran alianza. Rohan, Gondor y elfos de Rivendel deberán unirse si no quieren que la Oscuridad se apodere del mundo.

Muchas aventuras y una grandísima y épica batalla tendremos en ésta segunda entrega, desde luego una de las mejores batallas de la historia del cine. Veremos impresionantes imágenes de ejércitos descomunales, y combates de lo más trepidantes que ni siquiera hubiéramos podido imaginar, todo con unos efectos realmente impresionantes, a la altura
de tan magnífica saga.

Añadir también el grandísimo elenco de actores y su allto nivel, correctísimos en todo momento, como Viggo Mortensen hacien uno de los mejores papeles de su carrera, el legendario Aragorn.