Lo cierto es que la propuesta llama la atención tanto por el tema como por el planteamiento, sin embargo, pasada la intro (que es bastante buena, aunque recuerda a otras películas y series similares), nos damos de frente con el principal escollo de esta producción, que es la falta abrumadora de medios, siempre en comparación con series extranjeras, e incluso con alguna nacional.
Los exteriores, que nos habían prometido serían rompedores y novedosos, parecen dibujos; los efectos especiales y las infografías se notan muchísimo y causan un efecto desconcertante, de irrealidad, de no estar situados en el Madrid de la época recreada sino en una fantasía o simulación que no ayuda a creerse la historia.
La trama del primer capítulo en sí es bastante simple, con una historia de continuidad que recuerda a otros asesinos famosos del mismo periodo y una historia episódica un poco kitsch, cuya resolución no resulta convincente.
Los personajes tampoco llaman especialmente la atención ni poseen el carisma necesario.
Se deja ver, no aburre (lo cual ya es decir mucho), todo parece ocurrir demasiado deprisa y finalmente, no deja mucho poso en el espectador. Lo mejor, el que hayan tratado de hacer algo diferente de los temas habituales. Lo peor, la parte técnica y el montaje, algunos diálogos y la falta de ingenio y chispa de la trama.
Dado que se trata de un primer capítulo, la serie podría mejorar en sucesivas entregas o en sucesivas temporadas, cuando los responsable hayan ajustado los cromas, la iluminación y otros aspectos técnicos que chirrían demasiado. Daremos un voto de confianza.