Muy interesante comedia melancólica, o comedia triste, o comedia muy sobria, basada en la novela de Greene y ambientada en la Cuba de Batista (y rodada en La Habana, por cierto). Tremendo garrotazo crítico al funcionamiento de los servicios secretos y agencias de información, poblados por burócratas más preocupados por medrar o por apuntarse tantos y por ocultar sus cagadas que por cualquier otra cosa. Es una película para ver despacio, porque tiene mucha más densidad de la que parece en un principio. Nos habla de contradicciones morales y de un hombre que pone por delante lo realmente importante (el amor por su hija, por ejemplo) que movidas de patriotismos o similares. Tiene momentos impresionantes, como cuando el capitán Segura (Ernie Kovacs) hace su discurso de que la tortura es una cosa de pobres. Lo alucinante de la película es que, para mí, es mucho menos absurda de lo que pueda parecer. Se han iniciado guerras con informaciones menos fiables aún. Muy recomendable.