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Voto de Pensadero Público:
4
Drama Nelly tiene 18 años y vive en casa de su madre adoptiva. La adolescente no deja de soñar con el que será su primer baile, organizado por el ayuntamiento de su pequeña ciudad. La chica escribe a su madre Jenny, que vive en Estocolmo, para conseguir un vestido bonito. Jenny aprovechará la ocasión para visitar a su hija, acompañada de su amante Jack, un actor fracasado y suicida. (FILMAFFINITY)
25 de agosto de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Crisis (Kris) película sueca de 1946 dirigida por Ingmar Bergman con guión del propio director basado en la obra teatral Moderhjertet (Corazón de madre) del dramaturgo danés Leck Fischer. La cinta fue estrenada el 25 de febrero de ese año y su importancia estriba en que se trata del primer film dirigido por Bergman cuando contaba con sólo 27 años.

La historia se ubica en un pequeño pueblo de la Suecia rural durante la posguerra. Nelly (Inga Landgré), una chica de 18 años aficionada al baile, vive con su madre putativa Mutti (Dagny Lind), una maestra de piano que se las ve muy duras para salir adelante económicamente. La película comienza cuando llega al pueblo Jenny (Marianne Löggre) la madre biológica de Nelly con la intención de recuperar a su hija para llevarla a la vivir con ella a la capital. Lo que viene a continuación es el desarrollo de la trama pero de eso ya no diré nada.

Me interesa dejar sentado desde un principio que la película me parece mala sin más. Creo que algunos colegas que aquí han aportado su críticas, muy respetables todas, se van con la finta de valorar positivamente la cinta sólo porque es de Bergman. Y estoy de acuerdo que el nombre pesa. Pero también estaremos de acuerdo que, probablemente, la están viendo con ojos ‘contaminados’ por las obras maestras que el buen Ingmar logró posteriormente. Yo he tratado de evitar en lo posible esa perspectiva tratando de evitar un juicio a posteriori y considerar la película a priori, como si la hubiera visto el día de su estreno y el tal Igmar Bergman no era el genio que ahora conocemos sino apenas un guionista poco conocido en el medio cinematográfico.

El mismo Bergman consideraba a este su primer trabajo de dirección un proyecto fallido. Así nos lo hace saber en su autobiografía La linterna mágica. En ese texto nos cuenta la enorme cantidad de dificultades que enfrentó el proyecto al grado que, en varias ocasiones, estuvo a punto de cancelarse. El entusiasmo inicial que en un arrebato de arrogancia lo llevó a concebirse como el sucesor de los grandes directores suecos (Sjöberg, Molander y Dreyer), fue diluyéndose poco a poco a medida que se enfrentaba a un sin fin de dificultades no previstas.

Los problemas comenzaron con la historia misma. A Bergman le pidieron que adaptara una obra teatral de un autor danés. El texto le pareció nefasto y de su autor dice que es un ‘escritorzuelo’. Pero escribió el guión con la esperanza de que se lo aprobaran y así fue. Lo que Bergman no sabía es que el estudio quería hacer una película, cualquiera, porque había que cumplir el contrato que ya tenía firmado con los actores y el equipo técnico.

Llama la atención lo endeble del argumento tomando en cuenta que Bergman ya tenía experiencia como guionista y hasta cierto prestigio ya que la cinta Tortura (Hets) dirigida por Alf Sjöber había obtenido el premio en Cannes en 1946 y Bergman había sido el autor del guión. Sólo que dicho guión fue escrito a partir de un texto que el mismo Bergman había escrito tomando como base sus experiencias personales como estudiante preparatoriano. Eso explica, de alguna manera, la mediocridad de la historia que se nos narra en Crisis.

La película resulta demasiado ‘teatral’ y las actuaciones son cuando mucho mediocres. Bergman llega a afirmar que algunos de sus protagonista no sabían actuar. Además de que no lo respetaban y tenían constantes roces. La fotografía no es ni remotamente lo que Bergman hubiera deseado. Le impusieron a un fotógrafo que sólo había trabajado en documentales sobre la naturaleza pero nunca con actores y en estudio. Para colmo, él y Bergman se odiaban cordialmente y se trataban como perros y gatos. En pocas palabras: un desastre.

Las peripecias de la realización del filme son innumerables y darían por sí mismas para una interesante película de ‘cine dentro del cine’. Las dificultades de Bergman llegaron a tal extremo que el estudio le consiguió la ‘asesoría’ del prestigioso director Victor Sjöström para que ayudara al novato a sacar adelante el proyecto con el que tropezaba a cada rato. Fue de esa forma como la cinta pudo llegar a buen término e Ingmar Bergman inscribir su nombre como director e iniciar una carrera que a la postre resultaría brillantísima. Pero, definitivamente, Crisis no fue un inicio sencillo y mucho menos satisfactorio. Todo estaba aún por escribirse.

Jesús Magaña Estrada
25/08/21

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Pensadero Público
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