Simpática serie de aventuras y ciencia ficción, que me recuerda un poco a aquella novela de Julio Verne en el sentido de que un grupo de niños y adolescentes naufragan en una isla –en este caso planeta- y tienen que arreglárselas solos sin adulto alguno. Los personajes son simpáticos, en general, y en particular el más simpático es Adam –o Atrium Gyet si desean complicarse la vida- el extraterrestre de pelo azul -¿o lila?- y piel gris-, y no demasiado estereotipados. A pesar de ser una serie infantil sin elementos escabrosos o trágicos –no es el señor de las moscas- hay varios momentos dramáticos en la historia e incluso muertes, y varios misterios relacionados con el planeta en el que están varados y sus, posiblemente, antiguos ocupantes.