Historia real basada en uno de los crímenes más sonados de la historia de Nueva Zelanda, que perpetró la, con el tiempo, famosa escritora de best-sellers Ann Perry, seudónimo literario de Juliet Hulme (maravillosamente interpretada por Kate Winslet en su debut cinematográfico) "Criaturas Celestiales" (1994) es un macabro cuento gótico donde la amistad, la pasión juvenil, la imaginación y la locura se entrelazan en un film que consagró a su director, Peter Jackson (autor reconocido hasta entonces en el cine gore con títulos de culto como “Mal gusto ” o “Braindead:Tu madre se ha comido a mi perro”), ahora convertido en uno de los Reyes Midas de Hollywood gracias a su estupenda trilogía sobre “El señor de los anillos ”.

En "Criaturas celestiales" todo es desbordante: lo real y lo fantástico, la candidez y la maldad, la reflexión y la locura, la farsa y el suspense, todo magistralmente dispuesto para que conectemos con ese periodo de la vida en que despiertan las utopías, la rebelión, el sexo, la comprensión de la gris realidad y el enfrentamiento hacia quienes quieren imponerla. Esa dramática época en que padres, profesores y normas comienzan a cuestionarse, anticipando (en este caso huyendo de) el frío e incierto futuro cargado de responsabilidades, compromisos y luchas que conlleva hacerse adulto. Peter Jackson logra capturar esa “esencia ” convirtiendo el film en una de las mejores zambullidas en la mente adolescente que ha dado el cine, y consiguiendo que el espectador se reconozca y acompañe activamente el devenir de sus dos protagonistas, dejándose arrastrar por la pasión que desprenden.

Poética, perturbadora, onírica..., "Criaturas celestiales", aun con la actual fama de su director, sigue siendo una joya oculta de los 90.