Film que resiste al tiempo y continua teniendo la misma importancia que en su estreno. La trama gira en torno a un ex militar que para rescatar a la hija de un amigo, vuelve a Japón luego de 20 años a enfrentarse con la mafia japonesa en donde el honor predomina ante todo. Junto a esto se reencontrará con una mujer que todavía ama, que tuvo que abandonar y nunca pudo olvidar. Hay un trabajo excelente de Robert Mitchum, ya mayor, pero dando el tono a ese militar que pelea por una causa que cree justa con los mismo códigos que los japoneses, también es digno de destacar a Ken Takakura como su cuñado que arriesgará lo que sea para lograr lo que el considera justo. Genial la dirección de Sydney Pollack prolífico director que nos regalo una serie de películas inolvidables, entre ellas, esta. Realmente la recomiendo.