Dos activistas blancos son condenados a prisión en Sudáfrica en pleno apartheid por trabajar a favor de los derechos de las personas de color. Es este tema el que dispara el film en donde veremos todas las cosas que hacen para escapar de una cárcel que aparentemente es inexpugnable. Así poco a poco la idea de fugarse se irá haciendo mas real a medida que pasan los días, si bien es entretenida no abunda demasiado en el tema del racismo, cosa que no está del todo explotado, solo se centra en los planes de fuga. Daniel Radcliffe da vida al personaje principal de manera correcta logrando transmitir toda la desesperación, tensión y nerviosismo que vive casi constantemente. Si bien no es de las mejores del género se puede ver para pasar un rato divertido.