Con un argumento simple termina resultando efectiva este drama bélico que nos muestra como un soldado alistado en la legión extranjera y con una profunda sed de venganza se embarca en la guerra de Bosnia. Allí dará rienda suelta a esa ira contenida que se inició cuando mataron a su familia en un atentado terrorista. Pero poco a poco sus ideas se irán cambiando especialmente cuando conoce a una prisionera serbia que tiene un hijo en cautiverio y debe llevarlos hasta su familia. Allí seremos testigos junto a ellos de los verdaderos horrores de la guerra y de la verdadera estupidez humana en ello. Dentro de las actuaciones sobresale un convincente Dennis Quaid como el soldado que se debate entre el odio y el amor en casi partes iguales. Sin ser una gran película termina siendo aceptable especialmente por su tema.