Creo que esta película es un crossover encubierto de los mutantes con La Historia Interminable.

En La Historia Interminable la nada avanza y barre por completo el reino de Fantasía. Aquí, no nos hemos dado cuenta pero la Nada ha ido avanzado (de forma imparable desde la película anterior) y se come toda la fantasía e imaginación que debía de haber impregnado a estas películas. El colmo de la falta de fantasía e imaginación es que con ciertas diferencias volvemos a vivir la historia de X-Men 3 (película que no gustó y que con sus diferencias volvemos a ver aquí).
¿Y qué pasa al final? Que la Nada gana.
Adiós fantasía e imaginación.

Solo que aquí ganan los malos.
La imaginación y la fantasía muere de forma definitiva. Lo mejor de la película acaba siendo en el mejor de los casos mediocre. Desde la dirección y guión, a actores que parecen cansados de retomar otra vez unos roles que cada vez se creen menos o el propio Zimmer que lleva años anclado en la mediocridad, todo es como mucho mediocre.

Todo hubiera cuadrado más si hubiera tenido un cameo el hombre Nuclear de Superman IV. Veríamos que toda la película era un guiño a Superman IV y todo tendría más sentido. O un cameo de Antonio Resines: la película hubiera acabado con Resines despertándose una mañana y veríamos que todo habría sido un sueño.