Baskin es una de esas películas que llaman la atención ya desde su tráiler, muy buena fotografía, clima sombrío, por momentos opresiva.
Ambientada en una Turquía casi rural, con algunas actuaciones que por momentos parecen sobreactuadas pero que sin embargo le van bien a la trama, que no es para nada original, un grupo de policías que reciben un llamado en medio de la noche y terminan llegando a una construcción abandonada en medio de un pueblo con fama de varios asesinatos y desapariciones rituales.
Ahora bien, el fuerte de Baskin sin duda es lo visual, la forma que tiene de mostrar una especie de purgatorio sórdido, visceral, sangriento y corpóreo, un estilo lovecraftniano como pocas veces se ha visto. Inclusive hay varias de las imágenes se te quedan en la cabeza durante varios días luego de ver la película. Párrafo aparte merece su particular antagonista el cual también le va muy bien al film.
En resumen, Baskin es una combinación de terror rural, con brujería, sectas, imágenes bastante viscerales y una muy buena concepción de lo que podría ser el purgatorio, Una apuesta atractiva para los fans de este tipo de temáticas, que claramente no te va a dejar indiferente.