Tras el visionado de este film, la única utilidad que le he encontrado es la de darte unos ‘achuchones’ con la novia mientras tanto. En caso de no contar con dicha compañía (como el mío) uno se aburrirá de lo lindo. ‘Cásate conmigo’ es una de esas pelis de pensar. De pensar en que comerás mañana, que harás el fin de semana o incluso que regalos comprar en Navidad. Cualquier cosa ante el escaso interés por una trama sosa y aburrida. La película no funciona en ningún momento ni como comedia romántica ni como comedia a secas. Y me explico. Como comedia romántica sigue al dedillo el esquema de este tipo de films. Pareja se conoce, se gustan, salen juntos, se pelean, se separan, se reconcilian y felices para siempre. Tal cual. Además, la pareja protagonista tiene la misma química en pantalla que una patata con una manzana. Como comedia normal la cosa resulta simplemente espantosa. En algún momento, la película pierde el rumbo y ya no vuelve. Pasa de ser una comedia con alguna tontería a convertirse en una estupidez de grandes dimensiones. Todo lo que rodea a la pareja es absurdo, tanto en los personajes secundarios como las situaciones. Padres que con escuchar la palabra ‘corriendo’ se ponen a f*****, padre convictos con cara de estreñido, amigos que parecen estar en otro mundo… Todo ello rodeado de mucha tontería y que acaba en un sprint final que incluye policías, pistolas, robos y muchos gritos. Los supuestos gags que nos ofrece el señor director son comparables a las cuatro tonterías que un grupo de veinteañeros puede soltar en una noche de fiesta. ¡Ojo!, no descarto esta opción como motivación del film. No todo va a ser negativo y a su favor hay que decir que tiene varios momentos donde uno no podrá evitar sonreír (que no reír) ante alguna que otra situación bien construida. En el lado interpretativo encontramos a Jason Biggs, que se mueve con facilidad en este tipo de papeles y a la hasta ahora desconocida Isla Fisher que tiene durante todo el metraje una extraña sonrisa perpetua hasta cuando llora.

Pero bueno, tampoco se asusten, la película no está mal hecha. Es decir, los actores casi nunca miran a la cámara y no se cuelan micrófonos en las escenas. En fin, recomendada para aquellos que no les importa tirar unos cuantos euros a la alcantarilla.

Lo mejor: La escena con una supuesta embarazada.
Lo peor: Menudos personajes secundarios se han inventado...¬¬