En forma de tríptico intimista, ‘The Place Beyond the Pines’ ensaya sobre la paternidad intentando devolverle, con cierto misticismo, el status de importancia que sus propios protagonistas parecen desconocer o reconocer con torpeza. Tres partes bien diferenciadas, un personaje central distinto en cada una de ellas y varias configuraciones (o desfiguraciones) de relaciones paterno filiales.

‘El lugar donde todo termina’ también es un film sobre lo trascendente, que toma diferentes formas a lo largo del film. La condición de padre en la primera parte, el peso del falso héroe en la segunda, la búsqueda de la verdad en la tercera. De alguna manera, todas estas formas que trascienden a los distintos personajes, son atravesadas por un eje central: el lazo padre-hijo. El motociclista acróbata Luke (Ryan Gosling, en “modo” ‘Drive’) busca hacer valer el “derecho de todo hombre”, el de ser padre, cuando se entera de que el pequeño Jason, en brazos de Romina (Eva Mendes), es su hijo. El problema es que Luke no tiene los recursos para mantener una familia y Romina ya consiguió otro padre. Avery (Bradley Cooper, en “modo” ‘The Words’), hijo de un juez y padre del pequeño AJ, es policía y se convierte en héroe al mentir sobre cómo sucedieron los hechos cuando mata a un motociclista que asalta bancos. De estas, las dos primeras partes del film, queda una “cuenta pendiente”, una cuestión sin cerrar que tendrá sus consecuencias en la tercera parte, cuando los adolescentes AJ (Emory Cohen) y Jason (Dane DeHaan, en “modo” ‘Chronicle’) se hacen amigos en el colegio.

LEE LA CRÍTICA COMPLETA EN http://quecinemirar.blogspot.com.ar/2013/06/el-lugar-donde-todo-termina-2013-usa.html