A veces, solo a veces, que no se piense que quiero decir siempre, el sistema es más poderoso que los individuos, las instituciones más empalagosas que una familia. En este espectacular filme, nos encontramos invitados a contemplar lo que el sistema puede realmente hacer cuando bien quiera hacerlo. Los medios comunicación están invitados a hacer su propia publicidad, pero en este juego de poderes, el sistema (léase Estado, Leyes, Aparato Judicial) tiene la sartén por el mango. Así de apabullante puede ser.
Y lo hemos visto aquí y en Midnight Express y en Hurricane y en Paradise Lost, por citar solo otras tres joyas del cine jurídico reciente.
In the Name of the Father es una fascinante obra para la posteridad, para recordar por generaciones a la familia Conlon y su brutal tragedia, y es también una acusación perenne a quienes hacen del poder, a veces, solo a veces, el promotor de sus causas.