No nos dejemos deslumbrar por el premio ese que se llevó en Toronto. No pasa de ser una cosita amable, que ni entusiasma ni desagrada, con desenlace que se ve a venir a los veinte minutos de la proyección, aunque con un sesgo final ligeramente original.
Como tiene aire de cine "indie", sale un Nueva York inhabitual, la banda sonora es apañada, el chico es muy majo (una especie de Sandokan), la moza se da un aire a Liv Tayler, y la cosa no dura demasiado, se acaba viendo sin problemas
Ahora que de ahí a saludarla como "novedad", "original", "capriana" y otras cosas parecidas, va un largo trecho.
Como decían el la Codorniz, "donde no hay publicidad resplandece la verdad"