Dicen que es más fácil hacer llorar que reír.
Quizás sea cierto, lo que no significa que hacer llorar sea fácil, al menos en mi caso.
Vi la peli 2 veces y en ambas me emocioné con un final que ya está entre mis favoritos de la historia del cine.

El resto de la peli es también notable, si bien no todas las secuencias están al mismo nivel.
Pero no llega a aburrir en ningún momento, ya que cuando el guion es menos interesante la peli la sostienen los actores; es el caso del personaje de Ty Simpkins.

Aronofsky hace un muy buen trabajo, con el gran acierto de la pantalla 4:3.
Muy buena también la fotografía, así como la banda sonora, sobre todo al final.

Fraser hace una interpretación para la historia, y los secundarios espléndidos, especialmente Hong Chau.
He visto algunas críticas no muy positivas sobre Sadie Sink, sobre lo cual he de decir que en la versión doblada sí me pareció algo sobreactuada, pero en la original me pareció espléndida, lo que es lo mismo que decir que está espléndida.

Lo de que es gordofóbica, pues hoy en día son habituales este tipo de acusaciones absurdas.
Un gordo no representa a todos los gordos, no todos los gordos son perfectos, etc, etc, etc; no voy a extenderme más porque no creo que convenciera a nadie empeñado en tal chorrada.