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España España · hell city
Voto de voodooshoock:
7
Comedia La obra maestra de Harold Lloyd. La escena del genial cómico escalando un edificio supone uno de los momentos más grandes del cine mudo, y su clímax -Harold colgado de las manillas del reloj- sigue siendo una de las escenas estelares de la historia del séptimo arte. (FILMAFFINITY)
26 de julio de 2013
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Considerado, junto a Charles Chaplin y Buster Keaton, como uno de los cómicos de la época del cine mudo más populares e ingeniosos, la reputación de Harold Lloyd como rey de la comedia temeraria se debe a su afición a realizar gags que ponían los pelos de punta y en los que, a menudo, s incluían escenas con rascacielos, donde la propia vida del actor corría peligro. "El hombre mosca" combina con destreza este tipo de emociones con una construcción del personaje principal que nada tiene que envidiar en materia de penetración psicológica a las creaciones de Chaplin. Quizá su escena más famosa sea la que nos muestra a este empleado gafudo colgando de las manecillas de un reloj por encima de las calles del centro de Los Ángeles. Aunque las tomas más largas se realizaron con un doble y parte de la fimación se completó desde una altura de tres o cuatro pisos -en lugar de los doce pisos de los que se habla en la película- al margen de la polémica sobre cuáles fueron los niveles de riesgo a los que tuvo que hacer frente Harold Lloyd, es indudable que es la estrella de la película quien pone en peligro su vida para conseguir entretener al público.

La idea del film se le ocurrió a Harold Lloyd en 1922, al ver cómo una multitud asistía hipnotizada al espectáculo que ofrecía Bill Strohers, un joven obrero metalúrgico que, tras escalar un edificio, se puso a montar en bicicleta por su cornisa, para finalmente trepar hasta lo más alto del mástil de la bandera y sostenerse allí apoyado en su cabeza. Más adelante Harold Lloyd recordaría que, al ver aquello, pensó: "Dios bendito, si yo pudiera ofrecer eso al público... Si pudiera captar algo así en una pantalla... Creo que ahí hay algo que nunca se ha intentado hacer antes". El resultado maravilló al público, provocó una efímera proliferación de hombres mosca e hizo de la película uno de los grandes éxitos de taquilla de 1923. La versión de la película que hoy en día suele proyectarse en las pantallas televisivas incluye un episodio de otra película de Harold Lloyd, "Hot Water", lo cual añade ocho minutos más de duración al metraje original.
voodooshoock
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