En esta ocasión los colores y el goticismo del original Tim Burton no bastan para sostener una película que apenas aporta nada original. Un destrozo para el señor Depp y la señorita Ricci que se ven limitados a interpretar un guión plagado de estupideces inherentes al cine de masas. La propia historia y la narrativa utilizada desaconsejan su visionado a cualquier espectador crítico con el cine de consumo.